Tres quiebres en el partido fueron suficientes para encaminar la victoria del números dos del mundo, quien se enfrentaba por primera vez a Fritz, apenas el segundo estadounidense que alcanza una final en Acapulco (Sam Querrey, en 2017). Taylor tiene ahora un 0-3 en los enfrentamientos contra jugadores del top ten. Para él fue apenas la quinta final en su carrera, (Primera en un ATP 500); y ha levantado un trofeo, el de Eastbourne, el año pasado.
Quince años después de su primera presentación en Acapulco, Nadal regresó ya como ganador de 19 Grand Slams. Y con esa autoridad se impuso sin miramientos a Fritz, con base en un juego de servicio sólido y buenas devoluciones.
Nadal y Fritz llegaron a la final con el mismo porcentaje de puntos ganados con el segundo servicio (50%), pero esta noche fue distinta, porque Rafael tuvo un 76% en ese rubro, mientras que Fritz cayó a un 35%, al ganar apenas seis de 17 puntos cuando no jugó con su primer saque.
Fritz fue mejor en cuanto a servicios ace, con 10, y sin dobles faltas, por un ace de Nadal y dos dobles faltas.
En el primer set el estadounidense mantuvo la paridad en el juego hasta el octavo juego, cuando Nadal no desaprovechó su primera oportunidad de tomar la ventaja.
Fritz intentó mantenerse, pero el rompimiento en el quinto juego, y uno más en el séptimo, le aseguraron el campeonato. Nadal se corona sin ceder sets, y perdiendo apenas 25 juegos en su camino al trono.