Editorial
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FalmedEduca
Editorial
L
a relación médico-paciente está cambiando. Lo percibimos en los hospitales y en las clínicas. Lo vemos en redes sociales y medios de comunicación.
Lo apreciamos con certeza en los reclamos, mediaciones y juicios que nos toca atender.
Estamos ante un paciente más consciente de sus derechos, mucho más demandante, con mucho mayor acceso
a la información que antes. Es un paciente que opina más,
que quiere ser parte de las resoluciones, pero que siempre
va a delegar la responsabilidad de las decisiones tomadas
ante un resultado desfavorable. Hemos visto que algunos
incluso se empiezan a ver a sí mismos como consumidores
ante una prestación de salud y ya no como pacientes. Otros
han perdido la paciencia y para canalizar su frustración recurren a las agresiones y amenazas contra los colegas.
Vemos también un generalizado clima de desconfianza que afecta a las instituciones en nuestro país. Pareciera que de pronto todo está bajo sospecha, favoreciendo
reportajes y programas de televisión con mayor interés en
el rating que en la certeza de sus denuncias. Cuando esto
ocurre se montan verdaderos juicios públicos que afectan
a los médicos involucrados, pero que también lesionan la
imagen del gremio, con la negativa consecuencia que esto
trae en la relación con nuestros pacientes.
Esto ocurre en el contexto de un sistema de salud en
una crisis, a estas alturas, permanente. Los problemas del
sistema van desde su desfinanciamiento hasta una enorme
y creciente lista de espera. Pasando entre medio por problemas de infraestructura, de recursos humanos, de tecnología y un sinfín de temas. Los médicos hemos pagado las
consecuencias de estas carencias ejerciendo la medicina
en condiciones muy inferiores al estándar de calidad que
nuestros pacientes merecen. E incluso hemos visto casos
de facultativos detenidos en sus puestos de trabajo, cuando
la policía no ha comprendido que no se puede realizar una
alcoholemia o una constatación de lesiones en medio de la
vorágine de una urgencia repleta.
Sabemos por el estudio que hemos hecho de los casos que llegan hasta nuestra Fundación, que muchos de
estos factores inciden en la judicialización de la medicina.
Muy frecuentemente los médicos nos vemos expuestos a
ser rostro de las deficiencias del sistema, a no ser capaces
de comprender las nuevas características de algunos pacientes e incluso a convertirnos en acusados en llamativos
juicios públicos auspiciados por los medios.
Este es un escenario ante el cual hemos volcado toda
nuestra reflexión para que el trabajo de Falmed no sólo
proporcione a nuestros médicos la mejor defensa jurídica
del país, sino también para prevenir efectivamente los problemas allí justamente donde estos ocurren. Esta edición
especial de Revista Falmed Educa es reflejo del trabajo y
la reflexión que hemos tenido a con los equipos multidisciplinarios de la Fundación para una profilaxis efectiva en
la judicialización de la medicina en los temas contingentes
que afectan nuestro trabajo.
Sabemos, por el 99% de resultados favorables qu B