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claves biométricas. En segundo lugar, tiene que haber una
trazabilidad de los accesos. Es
decir, donde un administrador
de la plataforma o aplicación
móvil pueda chequear que los
usuarios están debidamente
inscritos y a qué registros ingresan. Por último, los datos
de los pacientes deben estar
encriptados”.
Diagnóstico de seguridad con el que concuerda
el creador de la aplicación
Teamscope, Diego Menchaca.
“En caso de robo del móvil, la
plataforma debe asegurar que
tras un periodo breve de inactividad, se bloquee”.
La legislación en Chile
La Ley sobre Protección
de la Vida Privada (N°19.628)
dice expresamente que los
estados de salud físicos y psíquicos; las recetas, sus contenidos, los exámenes clínicos y
servicios prestados serán reservados y considerados datos
sensibles.
Otro cuerpo legal que
resguarda la integridad de los
pacientes es la Ley de Derechos
y Deberes de los Pacientes (N°
20.584), donde se señala que
el paciente tiene asegurada la
reserva de la información contenida en la ficha clínica y que
será considerada como información sensible de acuerdo al
Artículo 2 de la Ley N° 19.628.
“Hay tres tipos de personas que pueden acceder a la
ficha clínica. El propio paciente,
una persona que él designe a
través de un poder notarial y
los tribunales de justicia cuando se trate de un proceso judicial”, explica el abogado de la
Fundación de Asistencia Legal,
Gabriel Nieto.
medicina a distancia
Otra herramienta nueva,
con alcances y consideraciones éticas y legales parecidas
a las de las aplicaciones móviles, es la Telemedicina. Su
potencial de acercamiento de
la atención de salud a poblaciones de lugares apartados
o donde no hay disposición
de especialistas, también expone a los pacientes. En el
tema, en Chile, han proliferado
principalmente cuatro especialidades: telerradiología, teleasistencia, teledermatología
y teleelectrocardiografía.
Al respecto, el Dr. Jaime
de los Hoyos enfatiza que la
utilización de estas herramientas depende mucho del contexto, donde se debe considerar
que el “diagnóstico es un acto
médico y como tal es realizado
por médicos y no por un sistema. Deben verse sólo como
medios de apoyo”, aclara.
El facultativo comenta
que hay “especialidades que
soportan mejor la telemedicina” como el teleelectrocardiograma implementado el 2005
en Chile. “Funciona de manera
excelente, así lo ha demostrado la experiencia en el país”,
asegura.
Por su parte, el Dr. Juan
Contreras, creador de la aplicación RetiDiag, estima que la
telemedicina debe responder a
una necesidad. Es decir, para el
facultativo este sistema expresa ventajas cuando es una propuesta “bien estudiada y que
no genere información errónea
tanto para el médico y paciente. Tiene que ser un proceso de
mejora continua”.
El Dr. Erazo señala que
se espera que el Ministerio de
Salud implemente un centro
especializado en esta materia
cuya función será la elaboración
de estándares y certificación de
sistemas de información involucrados en la práctica de la
telemedicina en nuestro país.
“Esto debería facilitar la adopción de nuevas tecnologías de
información para extender la
acción de los profesionales de
salud a quienes más lo necesitan”, puntualiza.