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Preparados para una
creciente complejidad
N
uevos fenómenos que hacen aun
más complejo el ejercicio de la profesión médica se han consolidado
como fuente de preocupaciones y riesgos.
En este número abordamos algunos de
ellos, como el temido “desorden clínico judicial”, condición que puede afectar al facultativo que enfrenta un juicio; los problemas
propios de trabajar en salud privada; los
riesgos de la atención médica telefónica y
la telemedicina, y el deber de cumplir con
el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, para entregar salud integrando elementos propios de su cultura a
los pueblos originarios.
La impronta del trabajo de Falmed es brindar una seguridad integral a sus afiliados,
por lo que no sólo monitoreamos estas situaciones, también asumimos un papel protagónico a la hora de buscar respuestas y
acciones que permitan a los médicos entregar una mejor atención a sus pacientes, sea
cual sea el ámbito en el que se desempeñen.
La labor de nuestro equipo multidisciplinario
refrenda la importancia de cultivar una buena relación médico-paciente. Es un asunto
en el que nunca dejaremos de insistir, pues
está comprobado que es la mejor arma para
combatir la judicialización de la medicina. En
los 20 años de Falmed, con casi cuatro mil
juicios de experiencia, es un hecho que un
99% de los casos ha resultado con sentencia absolutoria para los médicos, lo que demuestra la buena praxis de los facultativos
del país, la sólida defensa jurídica de nuestra
Fundación y especialmente, la necesidad de
conocer bien los factores que provocan la judicialización para prevenirlos.
En los temas que examinamos en esta edición de Falmed Educa, distinguimos además
algunas recomendaciones y medidas que
ayudan a entregar una atención de calidad,
a pesar de las posibles dificultades. Ofrecer
una atención de calidad, promover buenas
condiciones laborales para los médicos,
denunciar las deficiencias del sistema y establecer vínculos sólidos con los pacientes,
son parte de una misma estrategia por fortalecer la praxis médica en desmedro de la
judicialización del ejercicio.
Creemos firmemente en la importancia de
no ejercer a la defensiva, viendo al paciente como una amenaza. Propugnamos que
se refuerce el consentimiento informado y
robustecer la confianza con los pacientes y
sus familiares, sin olvidar que nos encontraremos con expectativas desmedidas y con
una cada vez menor tolerancia al error. Y relevamos sobre todo la importancia del cara a
cara, de saber escuchar y no perder de vista
que el acto médico es una interacción humana que necesita de un vínculo directo.
No queremos que se masifique la sensación
de que el paciente va a la consulta sólo a
pedir exámenes y que el facultativo está ahí
sólo para ordenarlos. En una época en la que
el Dr. Google cuestiona los consejos y orientaciones del médico de cabecera, llamamos
a revalidar el acto médico, fomentando el
ejercicio de una medicina personalizada, la
más sólida garantía para prevenir resultados indeseados.
Dr. Sergio Rojas C.
Presidente de Falmed