Falmed Edición Especial 02: Emoción y Razón | Page 46

46 MEDICINA INTERCULTURAL FalmedEduca Medicina Intercultural TAREAS PENDIENTES PARA UNA MEDICINA INTEGRADORA Pese a que la Ley de Derechos y Deberes de los pacientes incorpora garantías a los usuarios de pueblos originarios, los sistemas de salud occidental y tradicional coexisten sin mayor relación. A través del Departamento de Primeras Naciones, el Colegio Médico ha manifestado su preocupación e interés por subsanar las falencias que incluso podrían favorecer la judicialización de la medicina. Por: Paulo Muñoz A. C inco meses atrás, en el hospital Las Higueras de Talcahuano, el matri- monio conformado por Hugo Rivas y Lorena Espinoza eran padres de una niña que pesó 2 kilos 675 gramos y midió 46 centímetros. La alegría que embargaba a esta pareja mapu- che, no solo se explicaba por la llegada de una hija, sino también porque el recinto hospitalario accedió a la petición de ellos y les dio la posibilidad de recibir la placenta. “Mi corazón, mi piuke está alegre por esta esta situa- ción y espero que siga hacién- dose esto. Es un gran avance en interculturalidad”, decía por esos días el padre de la bebé, quien es presidente de la Agrupación Peumayén de la comuna de Tomé, Región del Biobío. Este procedimiento fue posible debido a que el estable- cimiento de salud implementa, desde hace algunos años, el pro- tocolo de entrega de placenta a solicitud a las personas pertene- cientes a este pueblo originario, quienes proceden a enterrar la placenta como ritual que brin- dará protección y fortaleza a la madre y su hijo. El protocolo, que se apli- ca por segunda vez en el hospi- tal de Talcahuano, es parte de las acciones del nuevo modelo de salud intercultural que en la Ley de Derechos y Deberes de los Pacientes incorpora ciertas garantías mínimas de respeto a las culturas originarias. Lo an- terior es posible debido a que Chile debió actualizar la norma- tiva como una de las obligacio- nes propias de la suscripción del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, OIT. PRIMEROS PASOS HACIA UNA MEDICINA INTEGRADORA Desde 1990 comienza a aparecer el concepto de salud intercultural a partir de la expe- riencia vivida en el hospital de Maquehue, donde las autorida- des de salud establecieron un modelo de gestión y atención a partir de las necesidades visua- lizadas por la misma población de esta localidad de la Región de la Araucanía, que en 1999 tuvo a cargo su gestión a través de la organización comunita- ria “Asociación Indígena para la Salud Maquehue-Pelale”. Según aborda el traba- jo “Interculturalidad en Salud” de los Dres. Nelson Vergara y David Montaño, presidente del Departamento de Primeras Naciones del Colegio Médico, “a fines de la misma década ya se hablaba de salud intercultu- ral en los territorios donde la concentración de población de primeras naciones era notoria y donde era cada vez más nece- sario establecer comunicación entre el sistema médico chileno occidental y el sistema médi- co de las primeras naciones en cada territorio”. Fue así como al hospital Maquehue se sumaron expe- riencias similares en el hospital intercultural de Cañete, Higueras en Talcahuano, Hanga Roa en Isla de Pascua, Quilacahuín y San Juan de la Costa, en la Región de Los Lagos.