Fallece actriz Doris Day DORIS DAY IN MEMORIAN | Page 20

Suplemento especial de MIRROR magazine Douglas Sirk-, resulta un sano ejercicio. En 'Confidencias a medianoche' (1959) -la única nominación al Oscar para Day-, Hudson es el soltero seductor y siempre disponible, que bebe whisky con tanta elegancia como lo hace Don Draper en 'Mad men' y tiene en su apartamento revistas de moda y un coqueto tocadiscos. Pero es el personaje de Day quien acaba llevándolo a su terreno, reconquistándolo, quitándole sus privilegios para hacer prevalecer los suyos pese al 'happy end' tradicional de la comedia. En estos filmes, Day hizo la transición de la 'rom com' (la comedia romántica) a la 'sex comedy' de los años 60, más interesada en temas como la sexualidad femenina, las relaciones fuera del matrimonio o la píldora anticonceptiva. No es la imagen más rotunda de la mujer liberada, pero los personajes que representó acaban siendo los triunfadores. No era la Katharine Hepburn o la Claudette Colbert de la comedia de los 30, siempre intuitivas y activas, pero a pesar de representar una cierta vuelta al pasado en conceptos morales y matrimoniales, las películas que protagonizó en esos años ('Mi marido se divierte', 'La indómita y el millonario', 'Pijama para dos', 'Su pequeña aventura', 'No me manden flores') resultan fundamentales para entender el cambio de valores sexuales en el conservador cine hollywoodiense. Elección o imposición Luego están Frank Tashlin y Alfred Hitchcock. Que en esta misma época contaran con ella puede deberse a dos cosas: elección personal o imposición de los productores. Fuera una cosa u otra, el vitriólico Tashlin, cineasta de la transgresión en materia sexual, la dirigió en las comedias 'Una sirena sospechosa' (1966) y 'Capricho' (1967). Hitchcock fue otra cosa. En 'El hombre que sabía demasiado' (1956) la convirtió en una de sus heroínas rubio platino, como Grace Kelly, Kim Novak, Eve Marie Saint y Tippi Hedren. Además de explotar muy bien sus virtudes musicales en la secuencia en la que canta a pleno pulmón la célebre 'Que será, será' para descubrir el paradero de su hijo secuestrado, Hitchcock le otorgó uno de sus personajes más trágicos y elaborados. Puede que el director la utilizará para ironizar precisamente sobre el conservadurismo que Day representaba, pero bordó el mejor papel de su