Faith | Page 11

Corrie Ten Boom , sobreviviente del holocausto , escritora y conferenciante , solía citar el versículo de Miqueas 7:19 , que afirma que Dios « echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados ». Solía añadir que Él había colocado un letrero que decía PROHIBIDO PESCAR . Es la imagen poderosa de una verdad que puede ser muy dificil de entender .

Sabemos que Dios declara – con gran énfasis – haber perdonado nuestros pecados . Pero , por alguna razón , los seguimos pescando , y esto hace que revivamos el horror , la vergüenza y la humillación repetidas veces . Una cosa es saber en nuestra mente que Él nos ha perdonado , y otra saberlo – creerlo – en lo profundo de nuestra alma y nuestro corazón . Podemos estar agradecidas por no ir al infierno cuando muramos , pero muchas mujeres estamos viviendo ahora el infierno que nosotras mismas hemos provocado , perplejas bajo el peso de nuestra culpa y nuestra vergüenza .
¿ Cómo manejamos , pues , la discrepancia entre nuestra mente y nuestro corazón ? Cuando los pecados del pasado se vuelven a asomar , ¿ cómo resistimos el deseo de pescarlos ? ¿ Cómo podemos ser libres de esto ? Puedo indicarte en este momento lo que no funciona . Al menos lo que a mí no me ha servido . Estas son algunas de las estrategias más negativas y , a la larga , inútiles :
Justificar , minimizar mi pecado , buscar excusas , o echarle la culpa a otra persona .
Castigarme , sabotearme o procurar acabar en la desdicha que siento que me merezco .
Anestesiarme , medicarme ( con comida , por ejemplo , con drogas o alcohol como hacen algunas personas ), distraerme o evadirme con un sinfín de compras por Internet , horas en las redes sociales , juegos o rompecabezas en mi iPad y mucho tiempo en Netflix o TV .
Hacer sacrificios desmesurados , tratar de llevar una estricta autodisciplina o hacer gran cantidad de buenas obras .
Ninguna de estas cosas tiene el poder de librarnos . Solo empeoran la desdicha . « Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador , y su amor para con los hombres , nos salvó , no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho , sino por su misericordia ». No solo se trata de lo que soltamos , sino también de aquello a lo que decidimos aferrarnos . Primero y principalmente , es necesario que escojamos aferrarnos a la gracia .
¡ Sé libre ! • Christin Ditchfield 10