EΣTI EΣTI | Page 36

36 820 Pues es común aquello desde donde la opinión comienza Y a donde vuelve o cae cuando pierde el báculo del nombre Tras errar con ojos ciegos como la luna ¿Fue un sueño…? Las nubes remoloneaban en las cumbres a la espera 825 De que el sol las levantase Llevándolas consigo hacia un cielo azul e implacable Se adivinaba el mar en la piel de quienes preparaban su jornada Y el olor era cruel como la juventud pasada Entre dos ríos 830 Sobre las grandes piedras decoradas con líneas quebradas y rojas Bajo las ramas de un tejo (cuyas bayas son tóxicas) Una muchacha cantaba la historia de su pueblo ¡otro comienzo! Peñas arriba: el paisaje del óxido Tronaba la voz despierta 835 ¿Qué nueva corriente alentó a la destructora dialéctica? La misma que halló fijeza en lo uno que enmudece Divisoria del largo bostezo que acoge a las huertas Ésta es la tierra de la colonia y éste es su mar Hela aquí en mitad de la marisma irguiéndose orgullosa 840 Otra nueva ciudad Son doradas sus columnas y sin adorno crecen Pero en los corros del encuentro todos señalan con el dedo Tú Se dicen unos a otros