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745
Ese sol que apenas despega del suelo
Que funde en negro el horizonte alumbrando la totalidad del cielo
Este fuego doméstico y especiado cuyo aroma no siempre es igual
Invitan al recogimiento y al silencio (el cierzo ratifica la hurañía) ambos
Ese o este sol del tamaño de un bebé recién nacido cada día
750
No sobrepasa sus límites ¡es posible comprender!
Pero ya se han amohinado los cuerpos y fuera suena el frío
El regato sigue seco y no dan fruto los almendros
Prendas de cálida lana se componen
Para que los miembros encogidos puedan soportar la mañana
755
Los niños quedan dentro
Palmoteando sus manos y atendiendo al magisterio de la lumbre
Que crepita
Pronto reinarán el sueño y la oscuridad
La larga noche y la modorra
760
Y por fin el hombre será un hombre
Ciego como un dormitorio ¡aquí!
Aquí está el ladrillo que portó sobre la cabeza para levantar la mansión
Y ahora yace con las manos entrelazadas en señal de respeto
Definitivamente derrotado
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Con los ojos de sus hijos clavados en el pecho inmóvil
¿Qué impedirá el fratricidio cuando pasen los hielos y ella despierte?
Líbrate de la tierra cubierta de bruma
Habría susurrado antes de expirar
Sabedor de que la noche y el invierno son la misma tiniebla