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14 270 Violáceas Y el otro la percibe con sus ojos tampoco abiertos Sinuosa y sibilante: que le invita a entrar En la danza de la espuma Y la noche va con el mar o vuelve con su reflujo 275 Pero no pasa: se queda (alelada) la noche indistinta El tiempo que dura la eternidad Amanece en las cimas mientras el valle cela de las tinieblas Mas nadie hay arriba para sobreponerse al mundo Las horas más dulces ignoran la teoría 280 Entregados al encanto de la pereza rebullen los ciudadanos Muy poco antes de sentirse amargos Tanto como las arvejas que son la dicha de los bueyes Amigos de la umbría son también los filósofos Pero no hay llama oscura 285 Sólo un sentimiento de peligro a la intemperie Invidencia querida y urbana reconstrucción Y el convenio que al sabio llama oscuro Desde el humano lugar que es la mentira y la ética Pasando sin quemarse sobre el principio 290 Enunciado no obstante por el misántropo Huida la noche más fugaz Yertas las brasas pisadas con entusiasmo y el deseo a cuestas Los pescadores abandonan sus moradas Cargan de nuevo las redes y se adentran en el mar