Evangelista N°03 (edicion pdf) | Page 11

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No perdemos de vista, sin embargo, que el avance arrollador, el éxito sin parangón, la supremacía, fuerza e influencia de las Santas Escrituras no depende del patrocinio de gobiernos, ni de la recomendación de filósofos, ni del testimonio favorable de eruditos.

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"El evangelismo sin conservación de frutos es como engendrar hijos y luego abortarlos"

Saludamos alborozados y felicitamos emocionados al superior gobierno de la Dominicana. Creemos por demás acertada la decisión de honrar la Biblia.

No perdemos de vista, sin embargo, que el avance arrollador, el éxito sin parangón, la supremacía, fuerza e influencia de las Santas Escrituras no depende del patrocinio de gobiernos, ni de la recomendación de filósofos, ni del testimonio favorable de eruditos. La Biblia se somete al examen universal y queda en pie erguida por sí sola. Donde se recibe su mensaje, se abren las puertas de la esperanza y se inunda la vida del más puro amor.

Millares que ni siquiera saben quiénes fueron Homero o Sócrates, Cervantes o Unamuno, Bolívar o San Martín, Trujillo o Somoza conocen muy bien al patriarca Abraham, saben el porqué de la venta de José, la gloria del Rey Salomón y los milagros de Elías y Eliseo. Podrán ignorar los detalles de sus héroes nacionales, pero conocen al dedillo la vida del salmista David, del Rey Saúl, de Jesucristo o del apóstol San Pablo.

Desde los días del férreo Imperio Romano hasta los días presentes del Imperio Comunista la Biblia ha contado con fieros perseguidores. A pesar de sus formidables enemigos, la Biblia sigue siendo el libro de los libros: Número uno en popularidad; número uno en historia; número uno en teología; número uno en bibliografía; número uno en adaptabilidad, en contextualización y número uno para satisfacer las demandas insaciables del espíritu humano. Un estudiante oriental dijo a un cristiano: “He estado leyendo el libro sagrado de ustedes, y la diferencia entre él y los libros sagrados del oriente estriba no en sus preceptos, sino en que la Biblia, y sólo la Biblia, revela el secreto del cómo integrar en la vida y la práctica diaria esos preceptos.

Millones de niños se fascinan al escuchar sus dramáticas historias. Millones de adultos se inspiran con la sacudiría de sus parábolas o de sus proverbios. Los arqueólogos la consultan ávidamente para situar sus excavaciones, y los moribundos hayan el postrer consuelo recitando su salmo 23. Ningún otro libro tiene tanto apelativo, ninguno tan práctico, ninguno tan amado y deseado, ninguno llega tan profundo al corazón.

Marcha por el Día de la Biblia en República Dominicana

"La Biblia se somete al examen universal y queda en pie erguida por sí sola. Donde se recibe su mensaje, se abren las puertas de la esperanza y se inunda la vida del más puro amor"

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