ETHNOLÓGICA No. 02 (2018) | Page 71

Un personaje antropozoomorfo de la época Wari (67-80) Ethnológica 02 (2018) Hasta aquí, si tomamos como referente el emic, es decir la visión de nuestro informante, podemos caer en error, sobre todo porque esa visión se basa en emociones de su propio proceso individual de construcción de identidad de historia pre-hispánica y el esfuerzo de rendir tributo a sus ancestros, pero que lamentablemente carecen de criterio histórico y lingüístico. Para aclarar el significado de “Shintil”, la lingüística nos da muchas luces. Cerrón-Palomino (1976), anota que la raíz “shintil” trata de una adaptación al quechua de la palabra española “gentil”: “Adj. Antiguo, pagano.// Mal viento que rodea los lugares con ruinas” (Pp. 125) En el quechua-wanka en ausencia de la consonante española /g/ es reemplazada por la /sh/ y la vocal /e/ por la /i/. Esto ocurre sistemáticamente con todas las palabras prestadas de otras lenguas, y así, sin mayor misterio, tenemos que la palabra española ‘gentil’ se adapta al wanka como ‘shintil’. Esto coincide con la memoria colectiva de las comunidades del actual Valle del Mantaro, para quienes el “gentil” o “shintil” son espíritus maléficos que habitan las cumbres y cimas de los cerros. Se denomina shintil a los huesos y/o restos de los hombres que vivieron en épocas pasadas, refieren que son como los espíritus de esos hombres quienes custodian los bienes de los antepasados, las wakas y tumbas. Pero no solo eso, también refieren que la zona de shintil provoca malestares en la salud como “mal de aire” o “chacho” y tiene efecto variable, desde un leve sangrado de las fosas nasales, extrañas enfermedades y hasta la muerte, El chacho es un síndrome cultural ocasionado por el poder mágico de los poderes naturales: cerros, arboles, piedras, puquios cuevas y construcciones antiguas (restos arqueológicos); los más afectados por lo ge-neral son los niños y los ancianos, según la creencia de la gente, los lugares y elementos de la naturaleza ‘absorben la sangre’ o ‘succionan el alma’ de las personas que se sientan, duermen o transitan por sitios desolados, produciendo trastornos físicos y psicológicos (Arredondo: 2006). Como actos de sanación, para equilibrar o restaurar la salud se practica el rito del pagapu, que es un rito de ofrendas de frutas, coca y animales. Cuando visitamos la zona, muchos pobladores nos dijeron que la gente incluso moría a causa del shintil. En 2008, en un trabajo de campo realizado en el Distrito de San Juan de Iscos, pueblo vecino de Huanmancaca, la señora Hilda Paucar Fernadez, nos contó un testimonio peculiar sobre los efectos del shintil: 71