Sistemas de irrigación del valle de Jequetepeque (pág. 13-30)
Ethnológica 02 (2018)
los agricultores no se descuidan que les falte agua a los terrenos sembrados
de arroz.
En el caserío de Yubed la siembra de arroz se realiza dos veces al
año, una llamada campaña grande que corresponde de enero a julio y la
otra campaña chica de julio a diciembre. Las otras limpiezas de la acequia
principal se realizan siempre antes de las siembras en enero y en julio.
Consiste en desmontar toda la maleza crecida a su alrededor; así como
sacar las piedras que han caído. El tiempo del trabajo puede durar hasta
dos días dependiendo de la cantidad de propietaríos que hacen uso y de las
tareas que corresponderán a los dueños y sembradores que están a cargo
de los terrenos. Cada dueño o sembrador comienza a realizar su trabajo
que le es asignado, en la acequia principal, desde la boca de captación de
su acequia y así se van sumando poco a poco los demás agricultores. La
distribución del trabajo se realiza de la siguiente manera. Si el propietarío
del terreno tiene una hectárea de terreno cultivado le corresponderá una
caña (vara de tres metros) de largo por la cantidad de medida de ancho de
la acequia, si tiene media hectárea le corresponde media caña en la limpieza
(Ver tabla 1). Conforme van terminando sus tareas nuevamente se van
midiendo más tareas, la cantidad igual hasta terminar de limpiar la acequia
completamente. El trabajo por tarea también es mencionado y explicado
por Rodríguez (2000) sobre las labores realizadas en las haciendas de la
costa norte, que consistía en calcular la cantidad de terreno que daban a
cada esclavo o culí para poder trabajarlo durante el día. Los trabajos por
tarea en el caserío de Yubed son medidos y calculados con la presencia del
dueño del terreno o sembrador y el trabajador o peón.
Por otro lado, también existen acequias que llamaríamos secundarias
y terciarias. Estas acequias solo corresponden a los dueños de los terrenos,
que sirven para llevar el agua de la acequia principal y distribuirlos desde el
primer cajón hasta el último a través de múltiples conexiones de pequeñas
acequias y bocatomas. Cumplen una función muy importante que consiste
en regular el flujo de agua distribuido en los cajones para que no aya
daños en los terrenos y no destruyan los bordos. Cada cajón tiene su boca,
que es un pequeño canal de entrada y salida del agua para discurrir con
normalidad al siguiente cajón y así sucesivamente hasta el último cajón.
El agua desembocará en otra acequia llamada desaguadero que llevará el
agua a los terrenos no cultivados donde crece el pasto para los animales
o nuevamente desembocará en el río. Todas estas acequias secundarias y
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