¡Qué sencilla era la vida cuando sólo éramos niños!
Cuando el mundo no tenía límites en el espectro de nuestra imaginación.
De pronto un día éramos superhéroes, y otras veces astronautas,
y explorábamos el mundo, entre papeles con forma de avión.
A veces éramos artistas ¡Tuvimos algo de pintores!
Y construíamos ciudades, de nuestras manos brotaban colores.
Y aunque nadie más los viera, conversábamos con nuestros amigos,
por eso hoy digo de nuevo ¡Qué sencilla era la vida, cuando sólo éramos niños!
Cuando reíamos sin razón y preguntábamos por todo,
cuando todo era tan nuevo y desconocido para nuestros ojos,
buscando respuestas continuas, a lo que los adultos consideraban obvio.
Si tan sencilla era la vida… ¿Por qué simplemente crecimos?
Poco a poco perdimos la gracia, con la llegada de un nuevo día,
de repente la vida pausada, sin darnos cuenta cobró prisa.
Y nos cohibimos de ser libres y nos encerramos a nosotros mismos
Si el camino es igual para todos... ¿Qué cambió en el mundo de los adultos?
Entonces llegó la madurez y nuestros sueños perdieron el foco,
apagamos nuestras ideas por el boleto de un futuro seguro,
y entre filas e instrucciones, en la escuela y en el trabajo,
aprendimos de obediencia y la creatividad se nos fue cuesta abajo.
¿Y si el niño nunca vuelve? ¿Si su espíritu está penando?
Este mundo de los adultos, a mí como que no me está gustando.
Yo mejor tomo un nuevo camino, el niño aún nos está esperando.
Si tú soltaste su mano, nunca es tarde para encontrarlo,
y ser parte de ese grupo, de los que resisten y están transformando.
los niños con su imaginación, este mundo lo están cambiando.
Por. Karina Gutiérrez Velandia. Profesional adscrita a Desarrollo Estudiantil campus Bucaramanga.
El mundo de los adultos
POEMA
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