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E
l mundo vegetal es tan diverso y enigmático que presenta formas especiales
y únicas como las plantas aéreas o epífitas que son aquellas que crecen ‘sobre’ (epi) otras
‘plantas’ (phyton) como los musgos y los líquenes
(ambos tan socorridos en estas épocas festivas de
fin de año para adornar los nacimientos), la mayoría
de las orquídeas, ciertos helechos y, algunas como
las bromelias, que incluso pueden crecer sobre tejas, cuerdas, cables telefónicos y de electricidad, a
los que se enraízan como mecanismo de soporte.
Son plantas tan diferentes a otras, que no necesitan
de un sustrato como tal para su establecimiento y sobrevivencia.
Las epífitas son confundidas
frecuentemente con plantas parásitas aunque no lo son porque
no obtienen el agua y los nutrientes necesarios de los tejidos vivos del árbol a través de
sus raíces, las cuales sólo les
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CHRISTIAN OSTROSKY
El Códice Badiano es considerado un manuscrito que ayuda a conocer los usos de 227
plantas medicinales de los antiguos pueblos indígenas, entre ellas algunas epífitas, 185
de las cuales están representadas en dibujos y otras 64 mencionadas por nombre
sirven de anclaje para sujetarse a las ramas. Debido a que no enraízan en el suelo, reciben el nombre
de plantas aéreas. Las parásitas cuentan con órganos especializados chupadores (los haustorios) con
los que se conectan al tejido vascular del árbol alimentándose de ellos, mientras que las epífitas sólo
se encuentran sobre ellos sin conexión a su tejido
vascular. La ventaja que obtienen las epífitas de crecer arriba de otras plantas o sobre otros objetos es
que tienen una mayor disponibilidad de luz solar,
disminuyendo su competencia con otras plantas
por este recurso… aunque la vida aérea trae algunas desventajas como la escasez de agua y nutrientes, por lo cual han tenido que desarrollar adaptaciones para conseguirlos.
En el códice Badiano (Libellus de Medicinalibus
Indorum Herbis o Librito sobre las hierbas medicinales de los indios) un manuscrito azteca que data del
año 1552 escrito por el médico indígena Martín de la
Cruz y traducido al latín por su colega Juan Badianus,
es donde se tiene la primera referencia escrita o ilustrada de las plantas epífitas. Los pueblos del México prehispánico ya tenían conocimiento sobre esta
clase de flora y la manejaban, pero con la conquista
LAS PLANTAS AÉREAS
O EPÍFITAS SON AQUELLAS
QUE CRECEN SOBRE
OTRAS PLANTAS