LAS ARAÑAS, BENEFICIADAS INDIRECTAS
Una condición sorprendente sucede con algunas arañas del género Misumena que se
han adaptado a ciertas flores de los mismos
cactus, modificando su coloración por una
casi igual a la de sus estambres amarillos e
incluso hasta sus patas parecen tener la misma forma. Por si esto fuera poco, acechan a
sus presas posándose con las patas alineadas
como los estambres, y cuando llega una mariposa a posarse la capturan con rapidez, por
lo que suelen recibir el nombre de arañas
cangrejo de las flores.
En el suelo se hallan restos de mariposas
y moscas que atestiguan la eficacia de esta
singular forma de cazar, tanto así, que estas
arañas ya no tejen la característica tela que
distingue a sus hermanas de otras especies.
Han olvidado tejer su tela y algunas habitan
en flores con forma de campana donde se
ocultan en el embudo en espera de una presa, valiéndose de la rapidez para capturarla,
pero más que nada, de la distracción de sus
víctimas a la hora de alimentarse del polen,
pasando por alto la presencia de la cazadora.
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A pesar de que las mariposas alas de telaraña gris se frotan las alas
posteriores de atrás hacia adelante en un afán de que las líneas que
tiene dibujadas parezcan antenas, y engañar así a sus depredadores
para que no las ataquen en una parte muy vulnerable de su cuerpo,
las arañas cangrejo de flor, con su estupenda estrategia de caza
basada en su coloración, logran atraparlas
Las arañas cangrejo reciben ese nombre porque su cuerpo en general
recuerda la forma de esos crustáceos (ancho y plano). Sus colores
vivos les permiten pasar inadvertidas entre las flores en donde
acechan a la llegada de algún insecto, al que atrapan con sus dos
pares de patas delanteras, más largas que las restantes
Otras arañas no tan especializadas como estas dos aprovechan las flores para tejer alrededor o entre ellas sus
telas, por ejemplo las llamadas arañas de jardín y arañas de
granero del género Araneus. Una de ellas en particular hace un embudo de tela por abajo de los pétalos para atrapar
los insectos que trepan por la planta hasta las flores, y que
se quedan atorados en su camino. Además de estas arañas
existen varias especies de insectos especializados en el hábitat de las flores, muchos de ellos se juntan aquí tanto
para socializar como para formar su descendencia, prueba de la necesaria dependencia entre ambos grupos de
seres para poder sobrevivir.
FOTOGRAFÍAS: JOSÉ F. VENTURA