Especial Fibromialgia: Soluciones holísticas a la Fibromialgia 1 | Page 76

‘‘ Poco a poco acepté la enfermedad, ya no la sentía como un enemigo que tenía que eliminar, sino como un aliado que tenía que integrar, comprender y superar.’’
eSPECIAL FIBROMIALGIA
39 humano como un todo, el aspecto espiritual, el psico-emocional, el bioenergético, además del aspecto físico. Hice balance de mi propia vida y quise empezar sobre bases nuevas con el valor de tomar mis propias decisiones. En ese momento fui consciente de que mi vida necesitaba cambios para llegar a alcanzar la salud. El primer cambio lo hizo la propia enfermedad, es el cambio del estilo de vida. Ella se ocupó de bajar el nivel de actividad y de autoexigencia personal. Con ello conseguí simplificar y dejar el estrés. Inicié el cambio de relación con el entorno. Aprendí a decir“ no” sin sentirme culpable, a perdonarme y a perdonar, y comprender que la felicidad nace dentro de mí cuando aprendo a borrar las memorias tóxicas del pasado. Necesité hacer un cambio de actitud. Dejé de sentirme víctima y empecé a sentirme responsable; dejé de tener una actitud pasiva esperando a que me curaran y empecé a ser protagonista y activa, tomando mis propias decisiones y así puse en marcha la autogestión del proceso de la superación. También cambié mi estructura psicológica porque lo que pensaba sobre la enfermedad y la salud actuaba de filtro y me condicionaba el camino hacia la superación. La educación en la infancia imprime en nosotros una estructura psicológica que perdurará toda la vida, pero si somos capaces de reconocer y modificar esta estructura rígida podemos llegar a sanar. Tenemos que cuestionarnos los patrones culturales, sociales y familiares, porque son la fuente de nuestros pensamientos. No se trata de derribar la estructura psicológica que tenemos, sino de sustituir lo que ya no nos sirve por lo que realmente necesitamos, que consiste en tener opinión propia y ser críticos.
‘‘ Poco a poco acepté la enfermedad, ya no la sentía como un enemigo que tenía que eliminar, sino como un aliado que tenía que integrar, comprender y superar.’’
Ya no me guiaba por el pesimismo ni por el optimismo, sino que escogí la realidad. Estos dos cambios me condujeron a otra forma de actuar. La enfermedad supone siempre un punto de inflexión para hacer cambios. El momento de la acción es“ ahora”, no sirven las intenciones. El sufrimiento que comporta la enfermedad crea la necesidad de buscar, si no hay necesidad no hay cambios. Después cambié los hábitos que me perjudicaban,
“ La alimentación energética, depurativa, equilibrada, proporcionada y sin químicos nos sanará de una forma total, no sólo físicamente sino también emocional y mentalmente.”
como el de la alimentación. Comprendí que somos lo que comemos y que los alimentos biológicos adecuados a nuestra enfermedad son nuestra medicina. Hoy se sabe que el estilo de vida y la alimentación son dos herramientas fundamentales para la auto-curación. Si estamos enfermos, tendremos que estar dispuestos a hacer cambios. Estos cambios tienen que ser globales, ya que se trata de hacer una gran transformación en la manera de pensar, sentir y actuar. A esto se le llama una visión holística de la salud. Si sólo eliminamos los síntomas, no conoceremos nunca la causa de la enfermedad y no podremos cambiar nuestra condición. La causa más destacada de esta
Los pensamientos son el origen de nuestras emociones y acciones, de ellos depende nuestro bienestar o sufrimiento a lo largo de nuestra vida. Abrir la mente nos llevará a vernos como protagonistas y responsables. Los cambios en la estructura psicológica provocaron cambios en mi manera de sentir.