espaZio magazine Handbook 2015 | Page 8

Evaluating the sustainability of a construction means evaluating the cycles of open materials, (with contaminated residue emission), involved in obtaining the habitability provided. And whilst we are unable to recreate habitability using materials in closed cycles, the best way to evaluate the sustainability of a construction involves comparing the impact produced by residues generated from its construction and use and, in turn, generated by the habitability it provides. This article intends to look at tensile structures’ potential and weaknesses against the demand for sustainability. Tensile structures are a relatively new construction system (less than 70 years old) and have had to pass a multitude of tests before being accepted as just one more system amongst many; and particularly, in the case of the use of membranes. At first they were a novelty and as such, were considered an alternative system to which all “sins” could be forgiven. But, little by little, the system has evolved and today it is used as much as any other, in some cases, more than others. We only need to look at the wealth of stadiums which, for any type of event, are duly remodelled or built from scratch, using lightweight structure systems and membranes. So, if tensile structures are now considered like any other type of construction system, we must immediately ask the question: are they sustainable? We must first consider a key point in its favour: the development of tensile structures 6 Expert | Experto natural (materiales renovables) o del sistema técnico (materiales reciclables) – eso es la sostenibilidad en edificación, supone el reto que el sector tiene como objetivo urgente. Evaluar la sostenibilidad de una edificación supone evaluar los ciclos de materiales abiertos – con emisión de residuos contaminantes – implicados en la obtención de la habitabilidad que proporciona. Y mientras no seamos capaces de volver a crear habitabilidad usando materiales en ciclos cerrados, la mejor evaluación de la sostenibilidad de un edificio pasa por comparar los impactos producidos por los residuos generados por su construcción y uso, generados por la habitabilidad que procura. En el caso que nos ocupa, las tensoestructuras, este artículo pretende hacer un primer repaso de sus potenciales y de sus debilidades frente a la exigencia de sostenibilidad. Las tensoestructuras, siendo como son un sistema constructivo nuevo (menos de 70 años), han tenido que pasar por una multitud de pruebas antes de ser aceptadas como un sistema constructivo más. Y en particular el uso de membranas como elemento constructivo. Primero era novedad y como tal era considerado un sistema alternativo al que se le podían perdonar todos los “pecados”. Pero poco a poco el sistema ha evolucionado y hoy en día es utilizado como cualquier otro, y en algunos casos más que ningún otro. Solamente tenemos que observar la multitud de estadios que para cualquier evento deportivo son remodelados o construidos de nuevo, utilizando las membranas y sistemas estructurales ligeros. Y si es así, que las tensoestructuras son un sistema constructivo más, la pregunta surge de inmediato: ¿son sostenibles? Cabe considerar un primer punto clave a su favor: el desarrollo de las tensoestructuras se ha producido mayoritariamente debido a la necesidad de cobijarse de la lluvia, del sol, y del viento, consiguiendo satisfacerlas con una cantidad de recursos infinitamente menor que con cualquier otro sistema constructivo. Ese ajuste entre recursos y utilidad satisfecha es el principal argumento en pro de la sostenibilidad de las tensoestructuras frente a otros sistemas constructivos, su principal baza. Igualmente, su uso en instalaciones no per-