espaZio magazine Handbook 2015 | Page 13

a) An increase in interior radiation When we fit an enclosure with a membrane, generally speaking a covering, the radiation that gets in can raise the temperature significantly making it uncomfortable. Obviously, this is typical in the daytime in hot climates and in countries with temperate climates in summer. The way to counter this negative effect tends to be using ventilation, if conditions permit, given that this is not possible in air supported structures (even though we can always renew the air with the same ventilation system used in these type of buildings.) Another possibility where water is plentiful is to spray the outside of the covering and thus altering its state, absorbing a large amount of interior heat by cooling the membrane itself. b) Lack of thermal insulation We may also experience a disadvantage in using membranes with regards to thermal insulation because a membrane is similar to plain glass. It is common to use double (or triple) glazing with a gas space or gap in glass enclosures but not with membranes. It is difficult to create a narrow gap with membranes in the case that there are two membranes used. If the gap isn’t narrow enough it can produce convection problems within reducing the benefits of the double membrane. Lastly, we can talk about energy production rather than consumption but we are not referring to the electrical energy production via photovoltaic panels. At first, most of these panels were built on top of rigid surfaces or plaques and therefore, were difficult to use on the warped surfaces of membranes. But recently, we can find a new type of panel which can be completely adapted to the tensile structure’s membrane curves. In which case, not only can the panels produce energy, but can also save it as some of the enclosure’s opaque parts help to minimise heat getting in to the building. Membranes and materials Which materials are used in tensile structures? Mainly petrol derived synthetics. To be more specific, polymers like polyester (PES), polyvinyl chloride (PVC), polytetrafluoroethylene (PTFE), ethylene-tetrafluoroethylene (ETFE), silicon etc. As petrol is a fossil fuel in limited supply it Las membranas y sus materiales ¿Cuáles son los materiales usados en las tensoestructuras? La gran mayoría son materiales sintéticos derivados del petróleo. Siendo más precisos, polímeros como el poliéster (PES), policloruro de vinilo (PVC), politetrafluoretileno (PTFE), etileno-tetrafluoretileno (ETFE), siliconas, etc. Siendo el petróleo un material fósil, con una disponibilidad limitada, parece claro que el uso de estos materiales no es sostenible. En los tejidos de fibra de vidrio, el material no proviene del petróleo, aunque es posible que sí la gran cantidad de energía necesaria para fabricarlas. Otro aspecto determinante en la calificación de un material en relación a la sostenibilidad es el proceso de fabricación. La mayoría de los materiales utilizados en las tensoestructuras no son materiales que se obtengan directamente de la naturaleza, sino que han de ser transformados por un proceso de manufactura o fabricación. Estos procesos pueden ser simples o complejos, usando a la vez otros materiales de los cuales también deberemos comprobar el grado de sostenibilidad. Lo habitual en nuestro sistema industrial es encontrar materiales cuyos procesos de fabricación provocan contaminación del medio ambiente o daños para la salud de las personas. Y en el caso que estamos comentando no nos escapamos de dicho problema. Algo parecido podríamos decir del final dado a estos materiales, una vez ya han sido usados y, en el mejor de los casos, han perdido las propiedades por las cuales fueron utilizados. De hecho, uno de los condicionantes de este tipo de estructuras es que se usan a menudo en edificios provisionales, donde las prestaciones del material perduran una vez finalizado el servicio de la estructura, y a menudo esa capacidad prestacional residual se pierde. ¿Qué hacemos con ellos? Se trata, en fin, de analizar todo el ciclo de vida del material: El Análisis del Ciclo de Vida (ACV) es un método normalizado (ISO 14040-14043) que permite medir los impactos medioambientales globales de un producto. Gracias a varios indicadores (de consumo de energía, de agua, desaparición de recursos naturales, toxicidad humana, desechos banales y peligrosos) los impactos potenciales del producto son evaluados durante todo su ciclo de