MUCHO TRABAJO PARA ESTA INVERNADA
AÑO XXVIII - Nº 122
Febrero - Abril de 2018
ISSN 1850-0757
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2018 se nos presenta como un año de muchos cambios y oportuni-
dades para el sector apícola en la República Argentina.
En primer lugar la búsqueda de un valor de dólar que acompañe
la inflación y que a su vez se condiga con la realidad internacio-
nal, debería ser una ventaja para el sector exportador de miel.
La Argentina está, y estará por al menos un par de largos años,
con déficit fiscal, con una moneda que tendrá una tendencia a la
devaluación, lo que necesariamente debería llevar a la reducción
del costo de vida en función del dólar que es la moneda del merca-
do internacional. Esto tendería a beneficiar la exportación.
Además, pareciera que el precio de la miel Argentina habría toca-
do su piso en el último año y que estamos en una etapa de recupe-
ración. La desconfianza creciente en los proveedores de miel de los
países de oriente y el constante incremento del precio de las mieles
locales tanto en Estados Unidos como en Europa, le estarían
dando una posibilidad a las mieles de Argentina y México en una
escala intermedia entre ambos extremos. Eso sin considerar la
apertura sin pausa de nuevos mercados.
La aparente flexibilización de requisitos, o al menos la decisión
política de declarar zonas de producción orgánica de miel en el
norte de la provincia de Chaco, seguramente dará lugar a otras
regiones del país a tomar decisiones similares, dándole a la pro-
ducción de esas regiones un estándar capaz de competir en ese
segmento con calidad y volumen. Ciertamente el análisis FODA y
la propuesta de un calendario de tratamiento de la varroosis con
tiras de cartón con ácido oxálico, en esta edición, facilitan el paso
hacia una apicultura orgánica, agroecológica o del estándar que
se quiera elegir, libre de contaminantes químicos.
Es probable que la aparición de mayor cantidad de voluminosos
bolsones de miel orgánica y el creciente número de productores
que busca encuadrarse en ese protocolo de producción, vuelvan a
bajar los precios de dicho estándar pero, en beneficio de las mieles
comunes que se han comenzado a apreciar en los embarques de
este primer trimestre desde Argentina.
El desafío en este esenario, aparentemente favorable, es aprove-
char la instrumentación de un Sistema Informático de Trazabilidad
Apícola. Se trata de una herramienta del SENASA que es indispen-
sable conocer y aprender a manejar para aprovecharla, saber
movernos dentro de ese sistema y proponerlo como herramienta
para la certificación de genuinidad de las mieles de Argentina.
En el instructivo que proponemos para este sistema informático se
pueden apreciar los avances y adecuaciones que ha tenido; de allí
que consideramos imperioso tomar nota, involucrarnos en dicho
sistema informático y contribuir con propuestas para la flexibiliza-
ción de algunos puntos que ciertamente sería oportuno mejorar
para bien de todos los actores de la cadena apícola.
En este contexto, tanto el factor comercial como reglamentario nos
llevan a repensar el tamaño y punto de equilibrio de la empresa
apícola. Considerando estas variables: situación de mercado,
necesidad de incorporarnos a un sistema informatizado y la reduc-
ción del clientelismo político generado por subsidios, el gran des-
afío es encontrar empresas en su punto de equilibrio. La visita que
hicimos a la empresa de los Barbotto son una buena orientación
en ese sentido.
Aprovechemos la invernada para prepararnos a nuevos tiempos y
a ser protagonistas en ellos, ¡disfrute de su Espacio Apícola!
El director
ESPACIO APICOLA - 3