Testimonios
Empecé la terapia y la radio prácticamente a la vez, una con mucha ilusión y la otra a regañadientes, siempre influida por el miedo.
La primera sesión me sorprendió, yo soy una persona reservada y tenía que contarle a mi terapeuta detalles bastante escabrosos de mi vida para que pudiera ayudarme, sin embargo, una vez empecé y gracias a la hipnosis fluyeron con naturalidad. Si algo tenía claro es que mis hijos tenían algo que ver en mi enfermedad pero hasta que no verbalicé a través de las técnicas que me ofreció Noelia mis vivencias y pensamientos no me di cuenta de hasta qué punto mi vida había girado en torno a ellos, a protegerles. Salí con un sentimiento agridulce, por un lado liberada y por otro lado exhausta, recordar todos los momentos difíciles desde el principio de mi enfermedad para identificar el conflicto biológico puede resultar realmente agotador. Pasé el día siguiente durmiendo prácticamente entero, como no lo había hecho en años (los mismos años que desde que nacieron mis hijos).
Una vez localizado el conflicto las siguientes sesiones se centraron en proporcionarme técnicas para identificar y localizar mi malestar y aprender a canalizarlo de una forma que no me dañase. A veces la sesión se centraba más en momentos angustiantes para asegurarse de que no olvidaba algo importante, otras veces la sesión fue más liviana, más agradable y destinada a relajarme y a salir renovada. Era importante que no viviera el tratamiento de radioterapia como una amenaza y Noelia me ayudó en eso también, porque lo que me enseñó también es que nosotros elegimos cómo vivir cada experiencia. Pero lo que más me sorprendió fueron las técnicas que me enseñó para evitar que mis emociones me afectaran negativamente. Fue muy emocionante comprobar en directo cómo funcionaban y aprender a escuchar mi cuerpo.
La terapia, Yoga, meditación, etc... unida a una dieta desintoxicante que me ha ayudado a deshacerme más rápidamente de los efectos de la quimioterapia han hecho que, a día de hoy, me encuentre física y mentalmente preparada y con ganas y fuerzas para afrontar el futuro. Sobre todo sin miedo, sabiendo que yo soy dueña de mi destino y que participo activamente en mi curación. Porque ahora sé que está en mis manos no volver a enfermar y sé qué tengo que hacer.
www.descodificacionbiologica.es
79