ESCUELA DE DESCODIFICACIÓN BIOLÓGICA ORIGINAL 2015 2016 Vol. 3 | Page 44

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Revista EDBO Descodificación Biológica Terapia & Salud

Lo realmente interesante en este caso es que esas conexiones neuronales, esos “programas” que van grabándose en el cerebro, forman parte de una inmensa base de datos que son los que nutren al inconsciente. El Dr. Thomas Verny, en su libro “El futuro bebé”, hace la siguiente y precisa referencia al desarrollo cerebral:

Incluso antes de nacer el cerebro ya ha constituido una plantilla para la personalidad, las aptitudes y las habilidades. Pero, a pesar de todo este crecimiento y esta definición prenatales, el cerebro dista mucho de estar completo. Es una obra en construcción, y aún ha de pasar por enormes cambios basados en la interacción con el entorno exterior desde el nacimiento hasta la edad de tres años.

La construcción cerebral tras el nacimiento se basa exclusivamente en la creación de redes, que son la manera en que las neuronas se conectan y se comunican entre sí. Antes del nacimiento la experiencia ayuda a establecer los circuitos primarios, creando los cimientos para el desarrollo. Tras el nacimiento, la actividad de las redes se desplaza cada vez a niveles más altos de la corteza cerebral, de la percepción sensorial especializada, del equilibrio emocional, de las aptitudes cognitivas y de las relaciones interpersonales.

Esta compleja red de conexiones determina la fluidez de nuestro pensamiento, la fuerza de nuestros talentos, la felicidad o la ansiedad con las que nos tomamos el mundo. Y sencillamente, aunque de manera muy profunda, la experiencia estructura el modo en que se forman los circuitos cerebrales.

Desde el momento del nacimiento hasta la edad de tres años, el cerebro es una fábrica de sinapsis y produce conexiones a gran velocidad. La experiencia da forma al producto final a lo largo de la infancia y la adolescencia, puliendo así mismo las conexiones”.

Si el cerebro está en construcción durante la gestación (neuronas y primeras sinapsis), si hasta los tres años después del nacimiento se generan una inmensidad de nuevas sinapsis (conexiones neuronales, redes neuronales), si la calidad y efectividad de todo ello depende de la experiencias que atraviesa el individuo en estas etapas, y si resulta que se están definiendo las programaciones inconscientes que influirán en nuestra forma de ser y de sentir el resto de nuestra vida, es más que evidente la necesidad de otorgar al bebé intrauterino, al nacido y en la primera infancia, un entorno que permita un saludable desarrollo psicoemocional.

Gestación, Nacimiento y Crianza

La prevención siempre es mejor que la cura y para prevenir el equilibrio emocional y la salud mental, es mucho más efectivo y menos dificultoso cuidar la relación entre padres e hijos, que tratamientos psicológicos en los adultos.

Para crear ese vínculo, para que un bebé o un niño se sienta amado, debemos conocer sus necesidades emocionales y satisfacerlas.

Sentirse amado lleva a altos niveles de autoestima, que a su vez, es el ingrediente básico para el desarrollo de la Inteligencia Emocional. Sentirse amado es sentirse feliz.

Taller El bebé emocional, con Enrique Blay.

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