ESCUELA DE CIENCIA POLÍTICA USAC | Page 13

� � � Se debe oponer a toda coalición o actor individual que tienda a asumir una posición predominante (o hegemónica) al interior del sistema; Los Estados deben oponerse a toda organización supranacional; Se debe permitir a los actores nacionales vencidos o sancionados que recuperen un papel aceptable dentro del sistema o bien promover a actores anteriormente no esenciales para incorporarse al sistema como actores esenciales. Esto podemos relacionarlo automáticamente con las grandes pérdidas territoriales y las situaciones precarias, de crisis en las que quedaron los países que perdieron la guerra. Provocando frustraciones que serían la base del inicio de un nuevo conflicto. Es por ello que estas propuestas han sido criticadas ampliamente, según este sistema un país poderoso o que intentara ser poderoso era un peligro para la seguridad de todos los demás por lo que se debía limitar y suprimir su poder antes de que este lograra algo. Pero esta imagen de igualdad entre todas las naciones era tan solo de apariencia. Uno de sus principales críticos es Raymond Aron quien explica lo inestable de su teoría en base a la inestabilidad de las reglas que anteriormente se mencionaron. El manifiesta que La regla 1 (cada país debe acrecentar su poder, pero preferir la negociación antes que la lucha) era ilógico al establecerlo como norma de conducta. La 2 que busca combatir antes de perder la oportunidad no es una opción razonable ni racional. La regla 4 oponerse a un actor o coalición que busqué una posición predominante se considera algo básico que ya se había mencionado antes por David Humé. Mientras que las reglas 3 y 6 se llegan a contradecir ya que una pide el no eliminar a ningún actor principal, pero en la 6 explica que perderían su posición como actores esenciales. Por último, la regla 5 equivale al principio de que todo estado, que, en un sistema de equilibrio, obedezca una ideología o una concepción supranacional, es por tanto y tal un enemigo, para todos los demás, ya que buscaría de igual manera influir más allá de su territorio y por lo tanto dañar el equilibrio del sistema. Como conclusión podríamos asumir que algunos de estos fallos en la teoría, contribuyeron a que el tratado de Versalles fuese tan imparcial, culpando únicamente a Alemania de lo ocurrido en la guerra y por lo tanto contribuyendo directa o indirectamente a que la segunda guerra mundial estallara a menos de 20 años después de la primera. Prueba de ello es que el sistema de equilibrio de poder ya no fuera considerado para la resolución de la segunda guerra mundial. 13