Escribiendo desde casa Cómo viven los y las adolescentes la cuarentena | страница 16
A
pesar de lo que el video muestra, yo no siento haber entrado en una rutina, sino
más bien haber salido de ella. Es cierto, el tiempo, en cierto modo, dejó de
importar: da lo mismo cuantos días se extienda la cuarentena, da lo mismo la
hora del día que sea. Pero aun así este mes se ha sentido menos como una rutina que la
primera (y hasta ahora única) semana de clase presencial.
No tengo hora para levantarme, ni para dormir; no me veo en la obligación de ir a ningún
lado, no tengo que cumplir ningún horario, aunque está falta de horario se podría convertir
en algo contraproducente, ya que, al no tener restricciones de horarios ni obligaciones, todo
el tiempo libre lo termino despreciando con el celular. Por lo que en este mes no aprendí
nada nuevo y tampoco retome una actividad que no haya hecho hace mucho.
Al contrario de con los amigos que estuve hablando para poder hacer este trabajo, la
cuarentena no me esta “asfixiando” o “estresando”, sino que, al contrario, me siento mucho
mejor ahora que hace un mes. La sensación que más se acercaría a la asfixia sería el
aburrimiento de estar siempre entre las mismas cuatro paredes de mi habitación, pero con ir
hacia otra habitación me es suficiente.
Cuando tenía que salir de la casa (ya sea para las clases o para cualquier otra cosa), me veía
en la obligación de vestirme para los demás (me refiero a que no podía estar todo el día en
pijama como lo estoy ahora, sino que tenía que buscar que ropa ponerme y pensar si
quedaría bien), de ver a personas que no quería ver, de convivir con ellos. Pero ya no: no
tengo que convivir con nadie, ni hablar si no quiero. Ahora puedo estar sola todo el tiempo
que quiera.
Cuando termine la cuarentena, lo primero que quiero hacer es salir a caminar, pero no
cualquier recorrido. Una vez que las clases terminan y es hora de volver a casa, siempre
hago el mismo recorrido caminando con los auriculares escuchando música. Hacer ese
recorrido es como desconectarme de todo: solo estamos yo, la música y el recorrido que me
toca hacer. Aunque sí es cierto que hay veces en las que mis amigos me acompañan, pero
por ahora quiero hacerlo sola. Selene