Erase una vez | Page 5

En un lejano país, había una muchacha muy hermosa que se llamaba Cenicienta. Tenía una madrastra que tenía dos hijas. Las tres eran personas muy malas. Cenicienta tenía que hacer la limpieza todo el tiempo a causa de su maldad. ¡Era la sirvienta en su propia casa ! Un día, el rey de ese país anunció un gran baile en su castillo al que invitó a todas las chicas jóvenes. ¡A Cenicienta le habría gustado mucho ir! Pero la pobre tenía que quedar en casa para trabajar de nuevo. Además, no tenía nada que ponerse. De repente, su Hada Madrina apareció y la convenció que debía ir. Había únicamente una condición: la de que regresara a las doce en punto a su casa. Cenicienta aceptó y el Hada la transformó vistiendola con un vestido muy elegante, su pelo estaba muy sofisticado. ¡ Estaba muy atractiva ! Entonces fue a la fiesta donde encontró all príncipe azul : bailaron toda la noche y se enamoraron. Pero a las doce en punto, la Cenicienta tuvo que volver a su casa antes de que el hechizo se rompiera. Cuando corría, perdió una zapatilla de cristal que el príncipe azul recogió Para encontrar de nuevo a la mujer de su vida, él decidió casarse con la muchacha a la que cupiera la zapatilla. La madrastra que se había enterado de que esta mujer era Cenicienta la encerró en su habitación para que sus hijas se casaran con el príncipe. Pero gracias a sus amigos animales, consiguió escapar. La zapatilla que tenía el príncipe se rompió pero la Cenicienta mostró que ella tenía la otra. Se casaron y fueron felices y comieron perdices y a mí no me dieron porque no quisieron. Emma C.