La Sirenita
Había una vez, un palacio en el mundo submarino donde vivían un rey y
sus hijas. Eran sirenas. Pero, una de las hijas no eran como sus hermanas.
Era guapa con el pelo rojo y se llamaba Ariel.
Un día, la sirena fue a la superficie del mar y vio un buque donde había
una fiesta. Era el cumpleaños del Príncipe. Una tempestad llegó y el Príncipe
cayó al agua. La sirenita lo salvó y llevó a la playa. Pero, una joven mujer
llegó y la sirenita desapareció. Cuando el príncipe se despertó, vio a la mujer y
pensó que fue ella la que lo salvo.
Sorprendida de descubrir que los hombres morían rápido, Ariel interrogó a
su abuela que le dijo que los hombres, vivían menos tiempo que las sirenas
pero tenían un alma eterna. La sirenita quiso tener también un alma eterna
entonces su abuela le dijo que para eso debería casarse con un hombre.
La sirenita decidió seducir al príncipe y para eso, fue a ver a una bruja.
Ella le dio un filtro que transformó su cola de pez en piernas. Para pagar el
filtro, la bruja exigió la voz de la sirenita y le cortó la lengua. Pero si el
príncipe se casara con otra, el corazón de Ariel se transformaría en espuma
sobre el mar. La pequeña sirena fue en la playa, bebió el filtro y se desmayó.
El príncipe la condujo al palacio; El príncipe se enamoró de la sirenita pero no
podía olvidar a la mujer que pensaba que lo había salvado.
Un día, los reyes obligaron al príncipe a escoger una esposa. El príncipe
dijo a Ariel que la quería pero que tenia que encontrar a una mujer. La mujer
era la joven que estaba en la playa cuando Ariel salvó al príncipe. El príncipe
se enamoró de ella y se casó. Ariel no podía decirle que era la que le salvó. La
sirenita murió y su corazón se transformó en espuma de mar.