Leyendo el periódico por la mañana me encuentro con la siguiente noticia:
“La revista Time incluyó la semana pasada a la joven pakistaní Malala Yousafzai en su lista de las cien personalidades más influyentes del mundo. Malala, de 15 años, resultó gravemente herida en la cabeza después de que los talibán la tirotearan en el valle de Swat, en el noroeste de Pakistán, por ir al colegio.”
No es habitual que esta revista tenga en su portada a una joven estudiante de 15 años, y menos habitual, que la razón sea por ir al colegio, un derecho supuestamente universal, pero que en determinados lugares puede llevarte a jugarte la vida.
"No está mal recordarnos de vez en cuando que hay cosas más importantes que el triunfo empresarial, artístico, comercial, deportivo…"
Hace ya casi medio año del tiroteo de Malala y siguen ocurriendo hechos similares en otros países, intoxicaciones de gas a clases enteras, amenazas de muerte… de hecho hoy sigo leyendo el periódico y me encuentro:
“La noticia ha pasado casi inadvertida por la prensa internacional, y la nacional apenas se ha hecho eco. Treinta jovencitas tuvieron que ser hospitalizadas este domingo en la provincia de Tahar, en el norte de Afganistán, tras sentirse indispuestas de forma repentina mientras estaban en la escuela. Todas cayeron enfermas casi al unísono con síntomas idénticos -vómitos, mareos e incluso pérdida de conciencia en algunos casos-, tras notar dentro del aula un olor extraño como si fuera gas.”
“El año pasado también se dieron casos de alumnas envenenadas en colegios del norte de Afganistán y en la misma época del año: en abril, cuando hace pocas semanas que empezó el curso escolar afgano. En el país asiático las clases se inician el 23 de marzo.”
Resulta sorprendente ver a Malala de portada en esta revista. No está mal recordarnos de vez en cuando que hay cosas más importantes que el triunfo empresarial, artístico, comercial, deportivo… Que el mero hecho de ser coherente con tus ideales en los actos de cada día, a pesar del entorno hostil, es probablemente lo que más valor tiene en este mundo, en esta sociedad relativista e individualista, y lo único que podrá sacarnos de tantas situaciones de injusticia y de crisis.
En este caso, además, la protagonista es una estudiante de 15 años que destaca no por su sobredotación intelectual o su emprendimiento empresarial, sino por su VALOR COMO PERSONA. Algo en lo que en principio todos podemos y debemos dar la talla.
Hago mío es estos momentos ese grito tan común últimamente en el ámbito del fútbol: “sí se puede”, sin duda, los jóvenes, incluso los muy jóvenes, pueden ser los protagonistas, pueden marcar metas, alternativas, caminos posibles… pueden ser y son esperanza de un mundo mejor.
La iniciativa de vuestra revista tiene ingredientes muy interesantes: todos tenéis ganas de decir algo a vuestro mundo, a vuestra sociedad, en un tono de humor, que libere tensiones pero que también nos haga reflexionar y tomar partido ante tanta situación de incertidumbre. También es un trabajo en equipo, donde cada uno aporta su grano específico, y el resultado es mejor, más completo que por separado. Por qué no puede ser uno de los objetivos de vuestra revista intentar conseguir que seamos mejores personas, más justas, más coherentes, más responsables con los derechos que queremos disfrutar.
Quién sabe si dentro de un tiempo alguno de vosotros resulta elegido personaje del año por la revista Time. No será esto lo más importante, sino la convicción interior de que estás haciendo lo que realmente debes hacer, aportando siempre tu granito de arena para que este mundo sea un poco mejor de lo que era antes.
LOS JÓVENES DE HOY NOS MARCAN EL CAMINO