Epiko Magazine Mayo 2014 | Page 59

logrará, pero malvado, ladrón, delincuente de eso estoy segura que nunca, nunca lo será. Tal vez podría ser un gran jardinero le gustan las plantas tanto como a mí se queda extasiado mirando las flores yo tan solo quiero que él sea feliz. Porque cuando Dios te trajo a mi vida no sabía cuánto amor podía dar y tú me enseñaste el hermoso sendero donde hoy mi ternura puede transitar. Y vivo tu vida y duermo tu sueño, y amo tu rostro tan lleno de paz. Me enseñaste tanto “niño diferente”que estoy orgullosa....de ser tu MAMÁ. Agradecimiento a Autora: María Marta Barrios Ya se aproxima el día de las madres. Wao !Qué emoción! Que día tan especial es el día de las madres. Las que las tenemos presente como yo, le damos gracias a Dios todos los días por habernos permitido tener la oportunidad de tenerla junto a nosotros. Pero las que no la tengan por alguna razón triste, Dios siempre les dará otro ser especial; ya sea una abuelita, tía o tutor para que nos cuide y nos lleven de la mano. A todos ellos debemos de honrarlos y dedicarles nuestro amor todos los días de nuestra vida. ¡Si!! Todos los días. Saben ¿Por qué? Porque no podemos esperar el día de las madres para decirle cuánto es nuestro amor por ella o cuánto la queremos. Sino que podemos hacerlo todos los días de nuestra vida. Saben, ellas nos han dedicado toda una vida para que nosotros crezcamos en armonía y en paz. Estar junto a nuestras mamitas nos hace sentir seguros, alegres y confiados. Son los seres más maravillosos y cariñosos que Dios no ha dado en esta vida. Nos enseñan a amar, a sonreír y a perdonar. Una niña le preguntó a su mamá, porqué ella tenía que ser su mama y su mamá le contó una historia que quiero compartir con ustedes. “Un día había una pequeña niña que anhelaba tener unos padres que fueran buenos y cariñosos y que la entendieran atraves de su desarrollo. Un día, esa niña, le pidió a papito Dios que se los mandara pronto y comenzó a orar todos los días. Entonces, Dios, al ver su gran amor y deseo de tener una familia miro desde el cielo al mundo y comenzó a buscar una mamá que pudiera brindar todo ese amor, cariño y ternura para la niña. Habían muchas madres por todos lados, pero todas eran muy distintas y continúo su búsqueda. Comenzó a mirar por todos lados y de pronto vio desde muy lejos a una mamá que anhelaba tener una hermosa niña para educarla, disciplinarla y amarla. En donde el respeto, la tolerancia y el amor a Dios iban a hacer la base de ese hogar. Dios vio algo diferente en esa madre; vio la ternura, el deseo sincero, la comprensión y su gran fidelidad. En sus hermosos ojos brillo esa humildad y gran sinceridad. Cuando Dios unió esos grandes principios en esa madre, comprendió que la niña perfecta para esa madre era Dios con su gran amor, unió a esa pareja y puso una semilla en el vientre de aquella madre. Luego pasaron 9 hermosos meses y la madre tuvo a esa hermosa niña llamada Lady Guzmán. ¡Qué Hermosa historia! ¿Verdad? Miren mis chiqui lindos y chiqui hermosos niños, Dios no se equivoca con nuestras madres. Nos manda la perfecta para que nos ame y nos eduque. Yo les puedo chiqui asegurar y les puedo decir que no hay amor más verdadero y especial que el de una madre. Hoy les quiero dedicar esta hermosa poesía a todas las madres del mundo y en especial a mi hermosa madre Iraida Lorenzo, de Aguada, Puerto Rico. Y, ustedes mis chiqui niños también hagan lo mismo, corten esta hermosa poesía y se la ponen en la almohada a toda persona que se haya portado como su madre. ¡Será muy divertido!