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Siempre estamos dispuestos a oír y
tratar de ayudar a nuestros pacientes a
pesar de que vayan sólo para un físico
anual; sabemos que muchas veces
pensamos que aquellas pequeñas molestias no son lo necesariamente importantes como para acudir al médico y las
dejamos correr. Bien, aconsejamos
que nos informen ese día acerca de
estas molestias y le damos respuesta también. En otras ocasiones
hay síntomas vergonzosos como incontinencia, impotencia, depresión,
abuso doméstico o sexual, etc, que
no generan una visita media pero
una vez que establecemos una buena
comunicación y el paciente se siente
cómodo y en confianza pues lo expresa
buscando ayuda; entonces nos damos
cuenta del valor de la visita y del bienestar que estamos proporcionándoles.
No espere a sentirse mal, llame y
haga una cita para un examen anual
lo antes posible; “Como toda maquinaria, necesitamos mantenimiento y
cuidado antes de dejar de funcionar, si
esperamos, después nos va a costar
mucho más o tendremos que comprar
una nueva”, pero, desgraciadamente, la
salud no se puede comprar.
Aquí estamos a sus órdenes, que Dios
los bendiga.