Llegar hasta él es toda una odisea . Los huéspedes aterrizan en helicóptero , un viaje que los lleva a toda velocidad a través de ranuras estrechas en los cañones circundantes , y son recibidos con canapés de champán y mariscos de Alaska . Desde sus grandes ventanales , los huéspedes del resort , un máximo de 10 a la vez , pueden ver la aurora boreal bailar alrededor del cielo o contemplar un horizonte interminable de picos irregulares cubiertos de nieve intacta . En el interior , un comedor de estilo familiar se construye alrededor de una hermosa mesa de madera de abedul hecha a mano en Talkeetna , el pueblo más cercano . Las habitaciones tienen un diseño escaso , con mantas de piel sintética y vistas panorámicas , para que los huéspedes se concentren directamente en la belleza al aire libre .
Los responsables del resort de lujo han creado experiencias únicas e inolvidables . Durante la temporada de las auroras boreales , los días se dedican a “ hacer turismo en vuelo ” por el parque nacional , pasear con raquetas de nieve , hacer esquí de travesía y visitar fuentes termales remotas ,
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