Envidia Magazine Julio 2025 | Page 42

DESTINO PREMIUM
ROMA

DE ROMA A F

UN DULCE REENCUENTRO EN UNA

La luz en la capital italiana tiene una cualidad distinta, algo parecido a un finísimo velo de ámbar líquido. Sin importar a donde uno voltee – el Palazzo della Civiltà Italiana, Piazza Navona, el Circo Massimo, el Coliseo o el Panteón – resulta imposible no sentirse en un set de cine, acaso en una escena de La grande bellezza. A las seis de la tarde, la Piazza di San Marcello es testigo del paso de cientos de personas que se apresuran para explorar las boutiques de Via del Corso.
La recompensa a la dedicación y entrega, a pesar de mi torpeza para utilizar las herramientas típicas y desenterrar tan preciados tesoros, fueron bruschette con aceite de oliva y trufa recién rallada acompañadas de una copa de vino blanco. La última noche, algo típico del otoño toscano, la temperatura desciende como consecuencia de la lluvia y unas ráfagas de viento que, detrás de las gruesas paredes de piedra de las habitaciones, recuerdan que ahí la única ley que se impone es la de la Naturaleza.
FLORENCIA
Al salir del auto, el staff se hace cargo del equipaje con agilidad y me invita a cruzar la puerta. Se percibe un aire de calma y el bullicio de la calle queda atrás. Se trata de la primera propiedad que la marca abre en el corazón de una gran ciudad, aunque sin perder su enfoque holístico de bienestar. Al momento de terminar el check-in, una mesa en BIVIUM ya está lista para que mi estómago reciba gustoso tartar de res, pizza, pasta y un postre que mezcla helado de hongos con chocolate y trozos de galleta.
TOSCANA
Basta un viaje de dos horas en tren a Florencia y un traslado de una hora por carretera para llegar a Il Borro, en Toscana. Esta aldea medieval del siglo XII – y las 1,100 hectáreas que la rodean – fue adquirida en 1993 por Ferruccio Ferragamo, hijo del famoso diseñador de calzado Salvatore Ferragamo.
Florencia es la última parada. Una breve visita de 24 horas a la cuna del Renacimiento comienza con una comida en el Picteau Bistro & Bar del Hotel Lungarno. Con vistas al río Arno y al Ponte Vecchio, las carnes frías, los quesos, la pasta y las copas de vino proporcionan un deleite que comienza a afinar mi sintonía con una ciudad mucho más artística, cosmopolita y menos intimidante.
El camino conduce a Caffé dell’ Oro, en el interior del hotel Portrait Firenze, para degustar una cena preparada por el chef Antonio Minichiello que incluye sashimi de Angus y una suprema de pollo acompañada de un Chianti Classico. Durante el postre, me familiarizo con la costumbre de remojar esos mismos cantuccini descubiertos unas horas antes en una copa de Vin Santo del Chianti, el delicado vino de postre que se produce según la tradición toscana con uvas Trebbiano y Malvasia.
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