LUXURY
KRUG Y LAS FLORES :
EL MATRIMONIO PERFECTO ENTRE EL CHAMPAGNE Y LA BELLEZA
Se usa mucho la expresión , ‘ un marco incomparable ’, pero en esta ocasión era cierto : la Maison Krug organizó en L ’ Empordà , a una hora y media de Barcelona , una de esas veladas difíciles de olvidar para los amantes de la buena vida en lo que muchos consideran una extensión de la Toscana en tierra catalana .
Cada año , la célebre marca de champagne celebra en un lugar de ensueño la añada que en el futuro podrán disfrutar sus clientes y el evento reunió esta vez a un buen puñado de los mejores chefs del país y embajadores de la marca , junto a periodistas y amigos de la Maison .
Krug se fundó en Reims en 1843 de la mano Joseph Krug , un visionario inconformista con una filosofía intransigente : habiendo entendido que la verdadera esencia del champagne es el placer en sí mismo , su sueño era elaborar el mejor que pudiera ofrecer , año tras año , sin importar las variaciones climáticas anuales .
“ La individualidad es el arte de entender que cada parcela , como un vino es en sí misma un ingrediente único ”, decía Krug . En 2024 el elemento central de la reputada bodega francesa era la flor : sus colores , sus texturas y -por supuesto- su sabor , en espléndida contraposición a la fina burbuja de Krug ,
Para inmortalizar el momento , y en un prado cubierto por muchas de esas flores , dos docenas de invitados se sentaron a comer un menú preparado por Iolanda Bustos , considerada una pionera en la cocina floral . Más allá del espectacular color que hacía brillar cada plato , los presentes pudieron catar flores infusionadas , secadas , servidas frescas , cocinadas o convertidas en sales . Desde el sabor yodado de la borraja hasta el deliciosamente amargo diente de león , el florido y cítrico saúco , la capuchina , todo tuvo su tiempo y su lugar en una espléndida comida regada con Krug Grande Cuvée 172ème Édition y Krug Rosé 28ème Édition . Precisamente las flores han sido una constante en la historia de Krug
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