Enroque San Luis Revista Digital de Ajedrez - 5º Edición | Page 20

RS: Ahora vamos al Panamericano de Brasil que
se juega en equipo de dos integrantes. Haré equipo con Carolina, una chica de Chubut que clasificó junto conmigo para estar en el único equipo
femenino que representa Argentina. Después
jugamos en La Punta la última fecha del circuito del Gran Prix que organiza ACUA (Ajedrecistas
Ciegos Unidos de Argentina) y si es que logro clasificar con los puntos de los Grand Prix, culminaría jugando la final del circuito en diciembre en
Buenos Aires.
AM: Para finalizar ¿Cuál es la partida que más disfrutaste en estos casi cinco años de carrera?
RS: A los dos o tres meses de aprender a jugar
participé en el Panamericano que organizó la
Universidad de La Punta y en una de las rondas
me tocó contra Saponara, un jugador cordobés
muy reconocido en la Argentina, y le gané, ¡nadie podía creerlo!. En el final tenía un montón de
piezas de más pero como recién comenzaba a jugar todavía no había aprendido cómo rematar y
por suerte lo logré, fue gracioso porque él se dio
cuenta antes que yo que era jaque mate! (risas)
Te juro que salí de la sala juego y se me caían las
lágrimas de emoción, fue increíble.
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Agradezco infinitamente a Raquel por su tiempo,
por haberme contado su historia y aceptar que la
publique.
Encontrarme con alumnas como ella me hace replantear el tema de quien enseña a quien! Es que
compartiendo con ella aprendí sobre superación,
a amar incondicionalmente, a apreciar momentos simples, disfrutar lo que uno hace; aprendí
que se puede aprender a cualquier edad y en
cualquier situación, que la voluntad de querer
estar bien es el mejor remedio para los momentos difíciles. Aprendí que absolutamente todo en
esta vida es un desafío y una oportunidad para
crecer. Aprender y crecer, así, de la mano los dos.
Gracias Raquel!