Enroque San Luis Revista Digital de Ajedrez - 4º Edición | Page 19

Esta gira de torneos por Europa fue muy productiva. Adquirí seguridad en mi juego, volví a sentir esas ganas de querer entender más al ajedrez. Mi agradecimiento eterno para la WGM ecuatoriana Martha Fierro, promotora de este proyecto de la FIDE; el GM Carlos Matamoros, entrenador del equipo WOM, y para mis compañeras latinas que participaron de la gira, cada una representando a un país distinto. Ellas me motivaron a sentir esa pasión, a querer estudiar mejor y a entrenar más duro. Volví a la Argentina el 19 de julio para jugar el Campeonato Argentino, que empezaba dos días después en Buenos Aires, junto a mi equipo de la Escuela de Talentos de la ULP con Ricardi como jefe de delegación y con Claudia Amura como rival pero también compañera de habitación y ayuda emocional importante. Después del empujón que me dio la gira de Europa, gané el torneo con 7,5 de 9 puntos, quedando invicta y satisfecha en general con mi juego. De esta manera, clasifiqué nuevamente a las Olimpíadas que se disputan del 1º al 14 de septiembre en Bakú, Azerbaiyán, ahora con 2219 de ELO. Cada bajón en lo deportivo y en la vida es una oportunidad de ser mejor si uno sabe cómo aprovecharlo. Supongo que es natural tener un pequeño duelo, un momento de incertidumbre en el que no encontramos el norte pero lo crucial es seguir en ese mismo camino, seguir peleando por lo que uno quiere y con esperanzas de que en el algún momento, siendo paciente, uno va a salir más fuerte y con más habilidades para sortear dificultades. Como estuve aprendiendo en los últimos años, una de las partes más importantes en la vida son los afectos y la espiritualidad de uno mismo. Es que al momento en que uno se cae y cree que no puede seguir más, es como si justo ahí se cosecha una energía que te empuja, energía que parte del amor y el aguante ya sea de la familia, de amistades y de entidades que buscan el progreso, de Dios para los creyentes, de seres en general que te empujan con la mejor voluntad. Creo que todo ese apoyo incondicional que uno recibe en el momento más oportuno es la cuota de “suerte” que llaman algunos para conseguir logros que uno ni se espera. Aprovecho para decirle a todos ellos que me ayudaron de una u otra manera: ¡MUCHAS GRACIAS! 19