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18 mercado latino | ENERO 2019 El tsuuchi card. La tarjeta de aviso del My Number. El cambiarlo por la tarjeta es opcional. que usted es la misma persona. Por extraño que parezca, los extranjeros han reportado casos similares cuando intentan abrir una cuenta bancaria u obtener un nuevo teléfono móvil. Para aque- llos que tomaron el apellido de su pareja japonesa por matrimonio y pueden estar criando hijos, el ts ū sh ō también brinda cohesión y un sentido de unidad con todos los miembros de la familia que tienen la misma denominación. Aunque ahora no se puede tener un ts ū sh ō en la tarjeta de residen- cia, si usó una anteriormente en su tarjeta de registro de extranjeros, debería haberse transferido y apare- cer en su registro de residente, así como en la tarjeta MyNumber. SOLICITANDO UN ALIAS Si nunca ha tenido un tsusho y desea obtener uno, primero debe visitar su oficina municipal y soli- citar que se agregue a su registro de residente. Sinceramente, este no es un proceso particularmente fácil, y las cosas se han complicado con la inclusión de los ciudadanos extranjeros en el sistema de regis- tro de residentes. El punto importante es demos- trar que ha estado usando un alias en la vida diaria en Japón y que usarlo le haría su vida "más fácil y más cómoda" para que sea reco- nocido oficialmente. Se requerirán ejemplos de identificación donde use su nombre japonés, como do- cumentos de la empresa, cuentas bancarias y tarjetas de seguro. Si se ha casado y ha tomado el ape- llido de su cónyuge, probablemen- te tenga mayor posibilidad que el promedio de obtenerlo. La oficina municipal de la ciu- dad donde vivo tiene un formula- rio especial para solicitarlo, por lo que presumiblemente este es el caso en otros municipio. En un intento por obtener algunos consejos más concretos sobre el proceso de ts ū sh ō , pedí una cita al Gobierno Metropolitano de Tokio y me comunicaron con el Departamento de Reforma de la Administración en la Oficina de Asuntos Generales. Esto dio lugar a una entrevista al día siguiente con tres funcionarios, muy serios ellos, quienes llegaron a la cita aper- trechados con una pila de libros y folders, ninguno de los cuales abrieron durante la entrevista. Luego de una hora ésta des- contenta escritora se fue sin mucho que mostrar por sus esfuer- zos. "Básicamente, depende de la oficina municipal, es caso por caso", me dijo el gerente. Y ahí lo tiene, está servido. Por: Louise George Kittaka Artículo aparecido en el diario Japan Times el 25/ABR/2018 Derechos de publicación adquiridos por Mercado Latino