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mercado latino | ENERO 2019
ALIAS EN ESCRITURA
JAPONESA
están cubiertos y cada persona,
incluidos los niños, tiene su propia
tarjeta de seguro de salud.
Una encuesta a residentes
extranjeros de diversas edades
y número de años de estadía,
algunos de los cuales han tomado
el apellido de su pareja japonesa,
revela una mezcla de formas para
registrar el nombre del portador:
Todo en katakana, una mezcla de
kanji y katakana, todo en inglés,
con o sin furigana (caracteres pe-
queños colocados sobre las letras
para ayudar con la pronunciación),
a veces incluso con katakana "útil-
mente" colocado sobre un nombre
que ya está en katakana. Algunas
personas informaron que se les
preguntó específicamente cómo
querían que apareciera su nombre,
mientras que para otros se sacó esa
información de su pasaporte o se
emitió por capricho de su empresa
sin opinión del titular.
El hokensho puede usarse
como ID en muchos casos, lo que
quizás sea sorprendente dada
la variedad de formas en que se
pueden escribir los nombres.
Como se mencionó anteriormente,
un ts ū sh ō es la versión de su nom-
bre en un script japonés registrado
como un "alias" aceptado oficial-
mente. Hasta el tiempo del gaijin
card se podía usar el tsuusho.
Esto es así: los japoneses tienen
normalmente un nombre y un
apellido, los extranjeros tiene 2,3 y
hasta 4 o más como los hispanoha-
blantes. Luego para, digamos, un
peruano que se llama Juan Fe-
derico Pérez Gonzáles le era más
cómodo usar solo Juan Pérez ( ペレ
ス フアン ), y este era su tsuusho.
Aunque el gobierno japonés
exige que los extranjeros tengan
una identificación en romaji tal
como aparece en las tarjetas de
residencia, la mayoría de nosotros
pensamos que no es muy conve-
niente para la vida cotidiana. Los
nombres extranjeros se colocan
en katakana para arrendamientos,
contratos, documentos de iden-
tidad relacionados con el trabajo
y la escuela, cuentas bancarias,
seguros de salud, documentos re-
lacionados con las pensiones, etc.
Algunas personas terminan con
más de una versión de sus nom-
bres en katakana, o algo que no es
de su elección.
Tener una versión “oficial” de
su nombre en japonés puede ser
útil para asegurar que las diferentes
identificaciones coincidan. No son
pocos los casos en que se tiene la
tarjeta de residencia con el nombre
en romaji y la tarjeta del seguro de
salud en katakana y, a veces, puede
ser rechazada porque no "prueban"