Enero 2019 Sígueme N°001 | Page 16

Comunicando la fe a nuestras nuevas generaciones. Después de que murieron todos los de esa generación, creció otra que no conocía al Señor ni recordaba las cosas poderosas que él había hecho por Israel. Jueces 2:10 (NTV) En estas líneas queremos dejar algunas ideas que nos ayuden a reflexionar sobre la comunicación de la fe. Entendiendo que uno de los aspectos a dialogar en nuestras iglesias hoy debe ser: la comunicación de nuestra fe a las nuevas generaciones. Recordando que ocho de cada diez personas han realizado su decisión por Jesús entre los 4 y 14 años. Este dialogo nos motivará a realizarnos diver- sas preguntas, tales como: ¿estamos solo entregando un sin número de instrucciones bíblicas? ¿estamos comunicando de manera adecuada la fe a nuestras generaciones? ¿qué diferencia hay entre instruir, comunicar o educar la fe? ¿tenemos una iglesia más envejecida en la actualidad? Estas preguntas, ciertamente nos deben desafiar como iglesia, pastores, hermanos a entregar res- puestas adecuadas. Algunas de estas respuestas se ven albergadas en ciertos aspectos que debemos revisar o analizar en nuestras iglesias, tales como: 1. Los programas de nuestras iglesias, ciertamente debemos ver si estos responden a las necesidades que necesitan nuestros niños y adolescentes. Muchos de nuestros programas son restringidos a entregar una fe que se limita a luga- res o momentos, con esto no se quiere desconocer el espacio sagrado de educación que nos ofrecen nuestros templos. Pero, este tipo de acciones nos han conducido a una limitación de la comunicación de la fe. 2. Un segundo aspecto es el quiebre profundo de credibilidad en los ámbitos eclesiales. En el último tiempo, la iglesia a vivido una serie de dificultes que han llevado a que las personas pierdan la credibilidad sobre ella. Y que las nuevas ge- neraciones se comiencen a desvincular por este hecho a lo religioso. 3. Un tercer aspecto es el efecto de crisis, sobre todo lo que suene a tradicionalismo. La tradición, es algo que no pode- mos perder, pero aquello que se convierte en un tradicionalismo termina asfixiando a las nuevas generaciones y solo provoca un choque generacional. Como menciona Lucas Leys en su libro Liderazgo Generacional “no debemos cambiar lo sagrado del evangelio, pero si debemos innovar en las cuestiones periféricas. 4. Un cuarto aspecto es la familia y su crisis actual. La familia juega un papel primordial en la comunicación de la fe. No podemos desconocer los cambios radicales y notables que han vivido las familias en la actualidad. Pero, esto no puede desacreditar el papel que juega la familia en este quehacer. Convirtiendo a la iglesia en una gran familia de comunica- ción de la fe. 5. Cuidado con usar a los niños y adolescentes como un simple medio para evangelizar. Uno de los errores en la comuni- cación de la fe es ocupar a los niños y adolescentes como simpes medios para. Por el contrario, debemos entender a los niños y jóvenes como socios en la misión de Dios. Los aspectos antes mencionados no son los únicos, pero en este dialogo los hemos mencionado por creer que son importantes para nuestra reflexión. El desafío no es menor para nuestras iglesias, y debemos tomarlo como un hermoso desafío. Ciertamente, no debemos olvidar ninguna área de trabajo de nuestras iglesias, pero en estas líneas queremos desafiarles a poner atención en nuestros niños y adolescentes. Ya que no queremos que se levante el día de mañana una generación que no conozca al Señor y si queremos que todos nuestros niños y adolescentes reconozcan a Jesús como su Señor y Salvador. Aceptemos el desafío de trabajar en la comunicación de nuestra fe. Una fe viva, una fe verdadera, una fe que muestre a Dios a las nuevas generaciones. Enfrente- mos este nuevo tiempo con la sabiduría, esperanza y donde los niños y los adolescentes sean parte de la misión evangelizadora. “…la fe viene por el oír, y oír, la Palabra de Dios…” (Rom 10:17) Pr. Gerson Garate Manríquez Iglesia Caminando con Jesús, Providencia, Reg. Metropolitana “…la fe viene por el oír, y oír, la Palabra de Dios”… Rom 10:17