Centrales mareomotrices.
Funcionan de modo similar a las centrales hidroeléctricas, pero aprovechando las diferencias del nivel del mar entre la marea alta (pleamar) y la marea baja (bajamar).
También entran en esta categoría de centrales las que aprovechan el movimiento de las olas para mover la turbina.
Centrales solares fotovoltaicas.
Convierten directamente la energía radiante del sol en energía eléctrica.
Para ello se usan células solares fotovoltaicas que aprovechan el efecto fotoeléctrico, es decir la capacidad de algunos materiales (los semiconductores) para convertir la energía luminosa en corriente eléctrica.