LOS PÁJAROS:
“¡Que lindas las mañanas
Cuando sale el sol ¡
Da gusto ver el campo, lleno de verdor.
Alegre y muy bonito todo el tiempo esta.
Ahí, va otra vez la zorrita, por el trepinal”
(Entra el ratón, el narrador del cuento.)
¡Déjenme en paz, ay caramba! (la zorra espanta a los
pájaros y cae otra vez dormida. Los pajaritos la
siguen molestando)
Aja, ustedes están muy contentos y felices, ¿verdad?
Pero yo, ¡ay! hace días que no he probado alimento,
(señala el dolor de panza que siente) y tengo mucha
hambre.
Hmmmmmm... Necesito encontrar algo
urgentemente. (Trata de caminar con rapidez)
Pero, tengo tanta flojera....
(La zorra se acuesta otra vez, pero en cuanto escucha
la canción del pescador, se levanta y corre detrás del
árbol, pensando rápido, como podría robar la carreta
que está repleta de peces)
¡Oh! A lo lejos se acerca un pescador con su carreta
llena de pescado. ¡Qué rico olor!
Y, yo que hambre tengo!
¿Cómo le haré, para comerme un pescado, por lo
menos?
(Se esconde de nuevo detrás del árbol y da la
impresión de que está ingeniando un plan) ¿Cómo?
¿Cómo?, ¿cómo?
¡Ya, se! Me tirare sobre el camino, fingiendo que
estoy muerta, ja, ja, ja ... seguramente , el tonto de
pescador se va a detener con su carreta y así podré
poner mi plan en acción.
(Busca rápidamente un lugar que quede a la vista y
se tira en el camino)
Así, aquí. Perfectamente muerta, sin respirar, ja, ja
,ja ...
(El pescador entra cantando la canción del pescador y
observa a la zorra tirada en la calle. Se detiene, baja
para ver qué le pasa al animal)
EL RATÓN: Había una vez, en un pueblo de la sierra,
una zorra muy astuta.
Ella vivía en el bosque, y se la pasaba robando las
gallinas de por allí. De tanto robar y robar se las
acabó y ahora tenía casi una semana pasando
hambre, porque no encontraba nada para comer.
En aquel pueblo, vivía un pescador que tenía veinte
hijos.
El pobre pescador, cada mañana, salía al lago a
pescar y con la venta del pescado se ganaba la vida.
Hasta que un día, encontró en su camino a una
zorrita que con su astucia trató de engañarlo.
¡Veamos, que fue lo que pasó!
EL PESCADOR: (Cantando, entra con su carreta y su
burro, yendo rumbo al lago, a pescar.)
“¡De todos los pescadores, soy el mejor, soy el mejor
Donde hay peces de a montones, ahí estoy yo, allí,
voy yo.
Antes de que salga el sol, con mi caña de pescar
Voy a echar en mi carreta un tiburón, y de pilón un
pescado bigotón.”
(El Pescador sale con su carreta y los pájaros vuelan
alegres, haciendo ruido y cantan otra vez la canción
de los pájaros)
EL PESCADOR: ¿Qué pasó aquí, con ésta zorrita?
¡Válgame! ¿Estará muerta? a ver... (Se le acerca y
pone su cabeza en el pecho de la zorra, escuchando
para ver sí está respirando) Hm…. no respira…….
Eiii!, la piel de esta zorra puede servirme para
hacerle una bonita gorra a mí mujer. ¡Me la voy a
llevar! Aja jajajajaja...
(Levanta la zorra, y la avienta en su carreta, justo
encima del montón de pescado. Se sube y se marcha,
cantando, la canción del pescador. La zorra empieza
a lanzar los pescados de la carreta, sobre el camino y
después salta ella también.)
LOS PÁJAROS:
¡Qué lindas las mañanas
Cuando sale el sol ¡
Da gusto ver el campo lleno de verdor.
Alegre y muy bonito todo el tiempo esta.
Ahí, va otra vez la zorrita, por el trepinal
(Los pajaritos despiertan a la zorra, quien sale de su
casa muy enfadada)
LA ZORRA: ¡Ah! ….estos pajaritos, ¡¿qué
escandalosos?!
Me despertaron tan temprano, pero yo, ¡haaaaaa!,
(bosteza), tengo todavía mucho sueño. !Haaaaa!
(Saca una almohada y se acomoda al otro lado del
escenario, en donde se acuesta, acomodándose cerca
del arbusto. Los pajaritos se acercan volando, y
empiezan a molestar a la zorra, picándole a la
cabeza.)
LA ZORRA: ¡Oh, cuantos pescados, cuantos
pescados! tendré comida para una semana.
(Empieza la música ritmada, la zorra recoge los
pescados y se los lleva a su casa, que es la cueva
dentro del árbol.)
¡Hmmmmm! Primeramente los juntaré a todos
¿verdad?
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