realiza un buen desempeño si está preocupada por un problema en relación a sus hijos. La familia es el centro para ella. “Si la familia está mal, todo va a estar mal” explica.
Al principio, cuando la tienda comenzó a crecer y vivían en San Miguel, saber cómo priorizar a su familia era bien difícil. Su hermana, quién la ayudaba con el local acá, a cada rato la llamaba diciéndole que tenía una entrevista o algo por el estilo, y a ella le tocaba correr. Le tocaba sacrificar el tiempo que podía pasar con su familia. “Fue difícil superar esa parte” comenta. “No me puedo dividir en dos”.Otro factor complicado para la emprendedora fue quitarse de la mente esa idea de que ella fuera mala madre por dedicarse a trabajar. Entonces alguien le dijo: “No eres la primera ni la última mamá que va a trabajar por cumplir sus sueños. No lo veas como malo porque le estás enseñando a tu hija que cumpla su sueño.” Sofía entendió que debía saber disfrutar las dos cosas:
TANTO EL TRABAJO COMO EL TIEMPO CON SU HIJA.
Para nuestra invitada, la evolución es importante. Es crucial estar en constante mejora, ya se trate de negocios o de la vida en general. Si una persona desea emprender y tiene miedo, ella asegura que ese miedo debe transformarse en algo positivo; en una oportunidad.
“Yo todos los días tengo miedo” comenta, pero ella ha aprendido a canalizarlo. “Cuando tengas que llorar, llora. Cuando tengas que gritar, grita; disfrutar cada etapa de tu emprendimiento”
El miedo para Sofía no es un obstáculo, sino una herramienta que la incentiva a seguir adelante. “Hay que descubrir el potencial que tenemos; saber a qué tenerle miedo y a qué no” concluye.
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