EDITORIAL
El embarazo adolescente y los problemas relacionados con éste se han hecho visibles desde hace más de una década en la agenda internacional de los temas de salud reproductiva. Una proporción variable -aunque significativa y a menudo creciente- de los nacimientos ocurre entre las jóvenes adolescentes en muchos países en desarrollo y a este fenómeno se le adjudica un sinnúmero de problemas familiares, individuales y sociales, así como en el campo de la población y la salud. Por consiguiente, muchas organizaciones multinacionales e internacionales, así como gobiernos y organizaciones no gubernamentales dedican cada vez mayores recursos para lidiar con estos problemas.
Sin embargo, existe la necesidad de una aproximación diferente a este tema. Por un lado, el embarazo adolescente necesita ser ubicado y comprendido dentro de los procesos de cambio social y cultural que están ocurriendo en determinados países y contextos sociales.
Por otro lado, en vez de suponer cuáles son las necesidades de los adolescentes en términos de su salud sexual y reproductiva, debemos acercarnos más a sus vidas concretas; a sus creencias, actitudes y valores; a la interacción con sus padres, sus amigos y parejas; a sus oportunidades objetivas y sus aspiraciones subjetivas, con el propósito de ser capaces de evaluar sus necesidades y, a partir de ello y del conocimiento acumulado con respecto a programas y políticas exitosos, analizar si es necesario tomar medidas al respecto y qué tipo de acciones pueden y deben tomarse con el fin de mejorar su salud sexual y reproductiva. En esta revista se pretende hacer conciencia y además ofrecer una propuesta desde Trabajo Social para intervenir en ésta problemática. Disfrute la lectura, agradecemos su confianza. Si le interesa compartir con nosotros su opinión acerca de este tema y el presente material escriba a través de twitter con el hashtag #ENTS19 y #TICTACDIPLo19.
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