Estos efectos permanecen aún cuando se ajusta por los factores que incrementan la probabilidad del embarazo en la adolescencia, como la pobreza, tener madres y padres con niveles educativos bajos, crecer en familias con padre o madre ausentes y tener poca permanencia y bajo desempeño escolar.
os costos sociales se ven magnificados en efectos negativos para las y los hijos de las madres adolescentes.Las y los hijos de estas madres tienen una mayor probabilidad de tener bajo peso al nacer, mortalidad infantil, menores niveles de apoyo emocional y estimulación cognitiva, menores habilidades y capacidad de aprendizaje cuando entran a preescolar, más problemas conductuales y sufrir más condiciones médicas crónicas, propensión a ser internados en centros penitenciarios en la adolescencia, alcanzar menos logros académicos y desertar de la educación secundaria y media superior, repetir el patrón de fecundidad temprana y tener hijos o hijas durante la adolescencia, y estar desempleado(a) o subempleado(a) en la etapa adulta
Se estima que, de los dos millones de nacimientos al año en nuestro país, la quinta parte –cerca de 400 mil– son en mujeres menores de 19 años y 10 mil en madres menores de 14 años.
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