ELEVANGELIO DE LOS ESENIOS | Page 67

Sabed que el aire que respiras nace del aliento de la Madre Tierra, su alimento se vuelve azul en las alturas de los cielos, suspira en las cimas de las montañas, susurra en las hojas del bosque, se mece sobre los sembrados, se adormece en los valles profundos, se calienta en el desierto. Sabed que la dureza de tus huesos nace de los huesos de la Madre Tierra, de las peñas, de las rocas. Sabed que la delicadeza de tu carne nace de la carne de tu Madre Tierra, Ella cuya carne se torna amarilla y roja en los frutos de los árboles. La luz de tus ojos, la audición de tus oídos, éstos nacen de los colores y los sonidos de tu Madre Tierra, que te envuelve a ti como las olas del mar envuelven al pez, como el aire al pájaro. En verdad te digo, el hombre es el hijo de la Madre Tierra y de Ella el Hijo del Hombre recibe su cuerpo total, así como el cuerpo de la criatura recién nacida viene del vientre de su madre. En verdad te digo, que tu eres uno con la Madre Tierra, ella está en ti y tu estás en ella, de Ella naces, en Ella vives y a Ella regresarás de nuevo. Cumple por eso sus leyes, pues nadie puede vivir mucho, ni ser feliz, sino el que honra a su Madre Tierra y guarda sus leyes. Pues tu aliento es su aliento, tu sangre es su sangre, tus huesos son sus huesos, tu carne es su carne, tus ojos y tus oídos son sus ojos y sus oídos. El que encuentra la Paz en su madre Tierra, nunca conocerá la muerte. Conoced esta Paz con vuestra mente, desead esta Paz con vuestro corazón, cumplid esta Paz con vuestro cuerpo. Bienaventurado es el Hijo de la Luz que busca a su Padre Celestial, ya que tendrá Vida Eterna. El que mora en el lugar secreto del Supremo, morará bajo el amparo del todopoderoso. Pues El enviará sus ángeles sobre él para protegerle en todos sus senderos. Sabed vosotros que el Señor ha sido vuestra morada en todas las generaciones. Antes que las montañas surgieran, por siempre, El ha formado la Tierra y el universo. Si por los siglos de los siglos ha existido Amor entre el Padre Celestial y sus hijos, ¿cómo este Amor se va a romper? Si desde el principio hasta el final de los tiempos la llama santa de Amor rodea las cabezas del Padre Celestial y los hijos de la Luz ¿cómo se extinguirá este Amor entonces? 67