El último grito El último grito | Page 3

Capítulo II Sábado, 21 de octubre. María decidió ir a una estación de policía para contar todo esto. Le atendió el oficial Fuentes y ella entró a su oficina. -¡Hola! Siéntese. ¿En qué puedo ayudarle? -Ayer, a la noche, salí de mi cuarto y vi muertos a mi marido y a mis tres hijos. -¿Tiene alguna información sobre el asesinato? -Sí. El doctor Florencio me dijo que habían balas en el pecho de mi marido, mi hijo mayor y la media- na. -¿Y el menor? -En su hombro izquierdo. -¿Ha visto el asesinato? -No, me estaba maquillando. -¿No escuchó el ruido de los disparos? -No, estaba en audífonos, escuchando música. -¿Puede contarme algo sobre ellos? -Sí. Alberto Gallego fue mi marido y el director de la escuela de mis hijos, la escuela privada de San Cayetano. Tenía cuarenta y dos años. Nicolás Galle- go fue mi hijo mayor teniendo trece años. Rosa Ga- llego fue mi única hija. Tenía nueve años. Y el menor se llamaba Marcos Gallego, teniendo apenas un añi- to. -Bueno, lamento por ellos. Si nos necesita, lláme-