El Uru Revista Nº 44 | Page 10

pre metiendo para adelante. Después si cuando la murga queda bien conformada, al año más o menos, con un repertorio propio a lo que le agregamos los clásicos, recorrimos casi toda la provincia de Buenos Aires cantando y luego fue para la primera campaña de Tabaré como can- didato que fuimos a todos los comités. Ahí íbamos por la comida, pero el aliento de la gente era sensacional. Nosotros anduvimos dos años prácticamen- te sin parar un fin de semana. Con un es- pectáculo muy lindo, bien armado que yo creo que hoy tiene la misma vigencia que en ese momento, tanto el salpicón como el cuplé. - A mí me resultaba inolvidable el perso- naje de la “novia”… - “Lulú”. Pablito Caetano era impresionante, se comía a la gente. Lo que decía, nosotros salíamos y disfrutábamos. Un día tuvimos 4 actuaciones, arrancamos a las 9 de la no- che y terminamos a las 5 de la mañana en un cumpleaños de 15 por el barrio de Flo- res. Fue así, comenzamos en el Aguante (el comité), de ahí nos fuimos a tocar a la esta- ción Marina Nueva del Tren de la Costa en un barcito, de ahí vinimos a ARUA que esta- ba en la calle Cochabamba y Dean Funes. Ahí nos dice Carrasco que estaba al frente de la cosa: no les quiero meter presión mu- chachos, pero están “Los Curtidores” acá. Queee!... Bueno cantar esa noche ahí fue otra de las cosas inolvidables porque cuan- do hacíamos la salida por la escalerita que la misma gente de Curtidores se parara a los costados a aplaudirnos y después com- partir con ellos en la terraza comiendo unos choripanes y unos vinos y cantando allá arri- ba fue tremendo. El error enorme que cometimos fue salir Pag 10 transpirados de ahí abajo, a la terraza a pa- sar frío y después nos fuimos a ese cum- pleaños con el Chiquito Lima que era el que nos movía en el micro. Y estuvimos más de una hora en el ómnibus esperando porque la abuela de la chica tuvo un problema de salud. Y allí pasamos mucho, mucho frío, hasta que nos llaman que vayamos a can- tar. La cosa fue que cuando vamos a can- tar el Negro Ángel Larrea y el otro amigazo Nelson Grova, que tenían dos solos impor- tantes, no podían cantar. No les salía la voz. Bueno dijimos y acá de que nos disfraza- mos. Igual la gente nos disfrutó, pero salió medio desprolijo… Así que como esa noche hubo 4 toques, hubo muchas de 2 y 3. Fueron dos años muy intensos. Y eso termina desgastando al grupo. Fuimos a Mar del Plata a tocar. Es- tuvimos en el Club Alvarado invitados por la gente del Frente de allá. Pero aparecieron algunas diferencias sobre todo por gente que acompañaba al grupo… - Quienes estaban en ese grupo? - Estuvo Nelson Grova, Ángel Larrea, el “Chirola” Coronel, Chelo Povea, Gusta- vo Larrosa, Pablo Aviega que era el sobre primo y hoy está viviendo en Brasil, Pablo Caetano, Guillermo Rodríguez el novio, Ro- berto Gelvez, en la batería estaba el Cachito Udribiú con los platos, el “Pirincho” Rubenci- to Pérez estaba con el bombo y el “Estufita” Berta con el redo. Esos en la etapa de “oro” de Bufonada. Igualmente, después que se disolvió ese grupo hubo recambio de juga- dores y creo que se siguió un par de años más con otra formación, pero ya no estaba el Pablo Caetano. Y el tema de poder suplir a un cupletero, había letras a morir, pero es muy difícil suplir a alguien que te sale con algo diferente cada vez y te morís de risa. Ensayábamos al santo botón porque Pablo arriba del escenario hacía lo que quería. Y esa espontaneidad que tenía era lo que pro- vocaba la risa de la gente. Había gente que nos seguía de un lugar de actuación a otro porque Pablo siempre salía con una cosa distinta. Y la actuación de la murga tampoco era la misma de un lugar a otro. - ¿Y cuándo hicieron la imitación al Pepe Mujica, era Bufonada? - No, ahí ya era “Va de Vuelta”. Que tuvo un ciclo de 6 años donde también hicimos tea- tro, espectáculos. Van pasando los años y los años pesan… y también algunos compa- ñeros se nos han ido de viaje en este trayec- - Qué pasa que en general las murgas se deshacen, casi siempre cuando es- tán en su mejor momento aparecen las diferencias. A ustedes parece que fue el desgaste de tanto trajín todos los fines de semana. - Fue desgaste, fueron años sin parar y lo cerramos con un ciclo nada más ni nada menos que en el Paseo La Plaza. Estuvimos todos los meses de febrero, llenando los 4 sábados y con gente afuera. Nosotros lle- gamos a tener un show de 2 horas, yo creo que no hubo ninguna murga acá en Buenos Aires, lo digo muy humildemente, armar un espectáculo como Bufonada, dos horas arri- ba de un escenario y que te pidan que no te bajes. Va de Vuelta en la previa de la actuación en el Teatro IFT en el ciclo “Carnaval de 2 orillas”, marzo del 2013. De adelante hacia atrás: Pablo Krasovski, Carlos Caquías, Roberto Mainé, Raulito Sánchez, Nicolás Ro- dríguez, Pablo Caetano, Eduardo Lousada, Luisito Lemos. Pag 11