pre metiendo para adelante.
Después si cuando la murga queda bien
conformada, al año más o menos, con un
repertorio propio a lo que le agregamos los
clásicos, recorrimos casi toda la provincia
de Buenos Aires cantando y luego fue para
la primera campaña de Tabaré como can-
didato que fuimos a todos los comités. Ahí
íbamos por la comida, pero el aliento de la
gente era sensacional.
Nosotros anduvimos dos años prácticamen-
te sin parar un fin de semana. Con un es-
pectáculo muy lindo, bien armado que yo
creo que hoy tiene la misma vigencia que
en ese momento, tanto el salpicón como el
cuplé.
- A mí me resultaba inolvidable el perso-
naje de la “novia”…
- “Lulú”. Pablito Caetano era impresionante,
se comía a la gente. Lo que decía, nosotros
salíamos y disfrutábamos. Un día tuvimos 4
actuaciones, arrancamos a las 9 de la no-
che y terminamos a las 5 de la mañana en
un cumpleaños de 15 por el barrio de Flo-
res. Fue así, comenzamos en el Aguante (el
comité), de ahí nos fuimos a tocar a la esta-
ción Marina Nueva del Tren de la Costa en
un barcito, de ahí vinimos a ARUA que esta-
ba en la calle Cochabamba y Dean Funes.
Ahí nos dice Carrasco que estaba al frente
de la cosa: no les quiero meter presión mu-
chachos, pero están “Los Curtidores” acá.
Queee!... Bueno cantar esa noche ahí fue
otra de las cosas inolvidables porque cuan-
do hacíamos la salida por la escalerita que
la misma gente de Curtidores se parara a
los costados a aplaudirnos y después com-
partir con ellos en la terraza comiendo unos
choripanes y unos vinos y cantando allá arri-
ba fue tremendo.
El error enorme que cometimos fue salir
Pag 10
transpirados de ahí abajo, a la terraza a pa-
sar frío y después nos fuimos a ese cum-
pleaños con el Chiquito Lima que era el que
nos movía en el micro. Y estuvimos más de
una hora en el ómnibus esperando porque
la abuela de la chica tuvo un problema de
salud. Y allí pasamos mucho, mucho frío,
hasta que nos llaman que vayamos a can-
tar. La cosa fue que cuando vamos a can-
tar el Negro Ángel Larrea y el otro amigazo
Nelson Grova, que tenían dos solos impor-
tantes, no podían cantar. No les salía la voz.
Bueno dijimos y acá de que nos disfraza-
mos. Igual la gente nos disfrutó, pero salió
medio desprolijo…
Así que como esa noche hubo 4 toques,
hubo muchas de 2 y 3. Fueron dos años
muy intensos. Y eso termina desgastando al
grupo. Fuimos a Mar del Plata a tocar. Es-
tuvimos en el Club Alvarado invitados por la
gente del Frente de allá. Pero aparecieron
algunas diferencias sobre todo por gente
que acompañaba al grupo…
- Quienes estaban en ese grupo?
- Estuvo Nelson Grova, Ángel Larrea, el
“Chirola” Coronel, Chelo Povea, Gusta-
vo Larrosa, Pablo Aviega que era el sobre
primo y hoy está viviendo en Brasil, Pablo
Caetano, Guillermo Rodríguez el novio, Ro-
berto Gelvez, en la batería estaba el Cachito
Udribiú con los platos, el “Pirincho” Rubenci-
to Pérez estaba con el bombo y el “Estufita”
Berta con el redo. Esos en la etapa de “oro”
de Bufonada. Igualmente, después que se
disolvió ese grupo hubo recambio de juga-
dores y creo que se siguió un par de años
más con otra formación, pero ya no estaba
el Pablo Caetano. Y el tema de poder suplir
a un cupletero, había letras a morir, pero es
muy difícil suplir a alguien que te sale con
algo diferente cada vez y te morís de risa.
Ensayábamos al santo botón porque Pablo
arriba del escenario hacía lo que quería. Y
esa espontaneidad que tenía era lo que pro-
vocaba la risa de la gente. Había gente que
nos seguía de un lugar de actuación a otro
porque Pablo siempre salía con una cosa
distinta. Y la actuación de la murga tampoco
era la misma de un lugar a otro.
- ¿Y cuándo hicieron la imitación al Pepe
Mujica, era Bufonada?
- No, ahí ya era “Va de Vuelta”. Que tuvo un
ciclo de 6 años donde también hicimos tea-
tro, espectáculos. Van pasando los años y
los años pesan… y también algunos compa-
ñeros se nos han ido de viaje en este trayec-
- Qué pasa que en general las murgas
se deshacen, casi siempre cuando es-
tán en su mejor momento aparecen las
diferencias. A ustedes parece que fue el
desgaste de tanto trajín todos los fines
de semana.
- Fue desgaste, fueron años sin parar y lo
cerramos con un ciclo nada más ni nada
menos que en el Paseo La Plaza. Estuvimos
todos los meses de febrero, llenando los 4
sábados y con gente afuera. Nosotros lle-
gamos a tener un show de 2 horas, yo creo
que no hubo ninguna murga acá en Buenos
Aires, lo digo muy humildemente, armar un
espectáculo como Bufonada, dos horas arri-
ba de un escenario y que te pidan que no
te bajes.
Va de Vuelta en la previa de la actuación en el Teatro IFT en el ciclo
“Carnaval de 2 orillas”, marzo del 2013. De adelante hacia atrás: Pablo
Krasovski, Carlos Caquías, Roberto Mainé, Raulito Sánchez, Nicolás Ro-
dríguez, Pablo Caetano, Eduardo Lousada, Luisito Lemos.
Pag 11