en lo alto de la casa. La figura del águila tiene
algo de siniestro, está en actitud de ataque,
mirando hacia abajo como al acecho, tiene
el pico abierto y las alas desplegadas. La
historia de la casa embrujada, como también
la llaman, viene de muy lejos, desde el año
1882 que se cuentan historias increíbles y di-
cen que en noches de tormenta, el ave cobra
vida, mientras vuela sin descanso alrededor
de la casa escuchándose gritos y aullidos de
animales y de humanos. Hay otras historias,
también escalofriantes, pero no es momento
de contarlas.
INTERCAMBIDOR BELLONI
Un punto importante del barrio es la
“Plaza Huelga General 27 de junio de
1973”, que rinde homenaje a la famosa
huelga general en contra del golpe de es-
tado del 73 y está ubicada en Avda. 8 de
octubre y José Belloni en plena Curva de
Maroñas y es un espacio que también fue
ganado por el “Intercambiador Belloni”
inaugurado en noviembre de 2016, en Be-
lloni y Camino Maldonado. La concreción
del intercambiador brinda mayor seguri-
dad y confort para el uso del transporte
colectivo y revitaliza mucho la zona. Los
intercambiadores son puntos del Sistema de
Transporte Metropolitano, donde usuarias y
usuarios pueden realizar trasbordos entre
líneas urbanas, y líneas urbanas y suburba-
nas, que circulan por la zona.
“Un vuelo de gorrión, ♫ quedó en mi cora-
zón ♫ Un patio de amapolas ♫ y el parral ♫
el gol que no logré después de gambetear ♫
allá en García casi Alférez Real”.♫
DEL CILINDRO AL ANTEL ARENA
Por estos días está ocurriendo un aconte-
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cimiento histórico que no queremos dejar pa-
sar por alto, aunque no ocurra precisamente
en Maroñas, pero si muy cerquita en el barrio
Pérez Castellanos. Nos referimos a la inau-
guración del Antel Arenas.
Antes de llegar a este acontecimiento ocu-
rrieron muchas cosas en ese lugar que pode-
mos considerar histórico de Montevideo.
En el año 1956 se inaugura el Cilindro
Municipal, creado por iniciativa de Héctor
A. Grauert, para albergar la 1° Exposición
Nacional de Producción, una muestra de
empresas industriales Fue un estadio mul-
tiuso que llevó su nombre y sus dos tribunas
llevaban los nombres de Helsinki y Melbour-
ne en homenaje a las dos medallas de bron-
ce logrados por el baloncesto uruguayo en
los juegos Olímpicos de 1952 y 1956. Este
estadio pretendió ser para el Básquet, como
el estadio Centenario para el futbol.
En 1959 sirvió como depósito y exhibición
para las aeronaves del Museo Aeronáutico.
En 1962 se presentó “El Salón del Automóvil”
una exposición de autos muy visitada por los
montevideanos. En el año 1967 se remodeló
por dentro para albergar el V Campeonato
Mundial de Baloncesto y posteriormente si-
guió siendo escenario de eventos internacio-
nales como el Sudamericano de Básquetbol
de 2003. Otros deportes tuvieron cobijo en
el Cilindro como: boxeo, hockey, fútbol sala,
voleibol, tenis de mesa, campeonatos de
ajedrez, además de ser escenario de es-
pectáculos sobre hielo y recitales musicales.
También llego a ser improvisada cárcel de
presos políticos, escenario de multitudinarios
exámenes, albergue de indigentes o evacua-
dos, centro de reunión de diversos tipos de
grupos etc. No en el mismo Cilindro, pero si
en unos galpones contiguos a fines de 1956
comenzó a funcionar Saeta TV Canal 10,
dando comienzo a la televisión en Uruguay.
En la madrugada del 21 de octubre de
2010 la historia del Cilindro llegó a su fin.
Un incendio ocurrido en su interior provo-
có la caída del techo, quedando así muy
dañada su estructura, por lo que se de-
cidió demolerlo. No hubo heridos ya que
estaba en reparación y tenía prevista su
reapertura para pocos días después que
iban a jugar Unión Atlética y Malvin, por
el torneo de Liga 2010/2011. Fue demolido
mediante una implosión el 12 de mayo de
2014, para dar paso a este magnífico Antel
Arenas que se inauguró el 12 de noviem-
bre de 2018.
GRANDES CAMBIOS EN MAROÑAS Y
SUS ADYACENCIAS
“Camioneros brasileros duermen su
viaje en fila india, Avenida Varela curtien-
do travestis y aullando a la luna”.
Cambió totalmente el paisaje de la zona,
acostumbrados a ver un enorme estadio re-
dondo hoy el Antel Arenas tiene líneas total-
mente rectas con un juego de luces especta-
cular otorgándole a Montevideo un multies-
cenario moderno y con toda la tecnología
actual que realzara a nuestra querida ciudad.
Sé que se levantan algunas voces en contra,
pero esto siempre sucede y debemos decir
como ya hace mucho dijo el Quijote “ladran
Sancho, señal de que cabalgamos”
Maroñas y sus “satélites” tiene sus co-
sas buenas y malas como casi todos los
barrios de Montevideo. El hecho de estar
algo apartado del centro de la ciudad, hizo
que se pierda un tanto la mirada sobre
ellos y poco a poco se han ido constitu-
yendo “asentamientos” en algunos luga-
res, que fueron usufructuados por grupos
de transgresores para ocultarse en ellos.
A pesar que casi siempre los grandes ti-
tulares que nombran esto barrios son por
casos delictivos, aunque poco se comen-
te, últimamente se está trabajando, poco
a poco y no con la premura deseada, para
establecer políticas destinadas a relocali-
zar a los habitantes de esto lugares. Exis-
ten actualmente varios planes con los que
se han levantado complejos habitaciona-
les y se han ido destruyendo las casas
precarias y ubicando a sus habitantes en
viviendas dignas, se han abierto nuevas
calles, se han creado complejos deporti-
vos destinados a contener miles de niños
y jóvenes que, de no ser así, muchos esta-
rían a la deriva con las contingencias que
esto acarrearía.
Maroñas y sus alrededores es un hermoso
barrio habitado por linda gente humilde y tra-
bajadora que hace que su terruño sea digno
de ser vivido. Maroñas es pueblo y pueblo es
carnaval, futbol y carreras, y cuando nos va-
mos yendo nos llegan a nuestros oídos algu-
nos murmullos: “Vamo arriba Topo”, que no ni
no y desde un poco más allá murmullos de
los goles y atajadas que ya son leyendas de
Diego Perrone, Chevantón, Zalayeta, Fabián
Carini, el chino Recoba y tantos, tantos otros,
que hicieron grande al futbol uruguayo. Para
todos ellos “Salú”
“Por
estas
calles,
bastión
de
laburantes,
♫
viajé
con
mis cometas hacia el cielo, ♫
sufrí con aquel trompo cascarilla, ♫
Las broncas de mis sueños orilleros,
♫ Por estas calles templé mis sin-
sabores, ♫ y baraje los naipes de mi
vida. Que otro lugar le queda a mi
esperanza, ♫ que regresar siempre
a estas calles. ♫
Aníbal Benítez, noviembre 2018
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