MAROÑAS, ITUZAINGO
Y ADYACENCIAS
“Montevideo es la novia ♫ de América el
gran amor”. ♫
El barrio Maroñas le debe su nombre a
Francisco Maroñas, un español nacido en
Santiago de Compostela, que fue el visita-
dor más antiguo de las Rentas de Tabaco
y Naipes de Montevideo. Su casa ya era
conocida, por lo menos, desde principios de
siglo. Si bien el nombre del barrio se debe
a él, fue su hija, María Francisca Maroñas
quien comenzó a poblar la zona en terrenos
linderos a su propiedad que le fueron cedidos
por el gobierno, para dar comienzo a lo que
luego sería el barrio de Maroñas.
En el año 1872, luego de la paz de abril
advino una confianza pública muy grande
que facilitó un notable impulso a la activi-
dad privada, lo que estimuló la valoración
territorial y comenzaron a establecerse cur-
tiembres, saladeros, hornos de ladrillo, jabo-
nerías, velerías etc., tomando mucho auge
la zona. Fue así que en agosto de 1873 el
agrimensor Demetrio Isola delineó el plano
del Pueblo Maroñas, sobre Cno. Maldonado
y Cuchilla Grande.
Del año 1874 datan los planos del Pueblo
Ituzaingó, sobre terrenos que pertenecían a
la ex Sociedad Hípica, ubicados en Maroñas
y algunos años después, el agrimensor M.B.
Pag 26
Bonino, diseña el barrio Flor de Maroñas, en
tierras de propiedad de la sucesión de Juan
María Pérez. Más de medio siglo después
Francisco Piria inició el remate de los prime-
ros solares del hoy populoso barrio Jardines
del Hipódromo.
BARRIO ITUZAINGO
“Por la calle Carlos Nery, ♫ tiririntin
♫chueco y loco.♫ Jardinero a sus Jardi-
nes, ♫ tiririntintin el Toto.♫ El pelo corta-
do al rape, ♫ tiririntitin fulero. ♫Por Jardi-
nes del Hipódromo, va sonriendo el jardi-
nero...”♫
Ituzaingó es el nombre de un arroyo en
Rio Grande do Sul, Brasil, al norte del de-
partamento de Rivera, cerca del campo don-
de se libró la batalla, el 27 febrero de 1827,
entre fuerzas combinadas de lo que hoy lla-
mamos Argentina y Uruguay contra tropas
imperiales de Brasil. Comandaba las fuerzas
patriotas el general Carlos de Alvear. La im-
portancia que tuvo, esta batalla fue que la
victoria rioplatense, prácticamente per-
suadió a los brasileños, que debían aban-
donar la Provincia Cisplatina, como ellos
llamaban a la Provincia Oriental, antigua
Banda Oriental. En Uruguay se rindió ho-
menaje a Ituzaingó poniendo su nombre en
el nomenclátor de numerosas ciudades y en
dos poblaciones, una de ellas en Maldonado,
que después fue rebautizada Punta del Este
y la otra un pequeño pueblo de Florida en la
frontera con Canelones.
HIPODROMO NACIONAL
Además en el departamento de Monte-
video se nombró Pueblo Ituzaingó a una
urbanización de la zona de Maroñas, don-
de predomina el Hipódromo Nacional co-
nocido popularmente como el circo hípico
de Ituzaingó.
El ahora barrio Ituzaingó se erigió en torno
a una capilla que en 1850 mandó construir,
un prominente ciudadano, José Pedro Ramí-
rez. La capilla hoy es la sede de la parroquia
Santa Rita, frente a la plaza denominada Li-
bertad, sobre la calle Besares. Esta calle re-
cuerda al teniente coronel Manuel Besares,
muerto en la batalla de Ituzaingó al arran-
carle la cabeza una bala de cañón. También
murió en esa contienda el coronel Federi-
co Brandsen, en una carga de caballería.
Al final de la avenida Dámaso Larrañaga que
conecta la zona del hipódromo con el cen-
tro de la capital uruguaya, hay una estela de
granito que anuncia la presencia del barrio
Ituzaingó, la cual fue erigida por iniciativa del
movimiento internacional de los Clubes de
Leones.
Pero el Pueblo y el nombre del Circo de
carreras, que también era Ituzaingó, si bien
no se olvidaron totalmente, fueron relegados
por el resplandor de la denominación primi-
genia -Maroñas-, que ha prevalecido hasta
nuestros días.
“Don’t know que pasa, ♫ but this is not
for the raza,♫ but for the grasa and the ja-
terra, ♫ from General Flores y Guerra”.♫
Los canarios, que llegaron a Montevideo
en forma masiva entre los años 1831 a 1842,
se establecieron preferentemente en chacras
del Buceo, Carrasco y también en Maroñas y
en la zona conocida como Chacarita de los
Padres.
“En los campitos de La Chacarita ♫ se
arman partidos que no tienen fin...”.♫
Resulta indudable que para el proceso del
desenvolvimiento urbano de Montevideo y el
de sus núcleos satélites, ejerció importante
influencia, la instalación del sistema tran-
viario a caballo, por tratarse de un servicio
público que favorecía el afincamiento de los
vecindarios en las zonas que servía. “Tranvía
a la Unión y Maroñas” fue la empresa que
existió entre 1883 y 1906, compitiendo con el
“Tranvía del Centro” empresa de breve exis-
tencia. ya que durante el gobierno de Santos
fue absorbida por la de la Unión.
En forma paralela a este proceso, se
había ido extendiendo el ferrocarril que,
partiendo del Cordón iba a llegar en 1878
a Maroñas, cuyo recorrido, en 25 minutos,
se podía cumplir, en viaje de ida y vuelta,
por el importe de 30 centésimos. Los afi-
cionados al Turf y a los Toros, concurren-
tes a la desaparecida Plaza de la Unión
o al Hipódromo por entonces conocido
como “Circo de Maroñas” desbordaban
habitualmente la capacidad de los vago-
nes. “Ferrocarril Uruguayo del Este”, así
se llamaba este servicio, que vendía pa-
sajes de ida y vuelta, para evitarse pro-
blemas con los aficionados al turf, que
muchas veces se volvían sin un céntimo
a sus casas.
Este tren también transportaba aficionados
al fútbol cuando había partido en el Parque
Central ya que el estadio está a pocos me-
tros de la calle Monte Caseros por donde
Pag 27