meterle cabeza. Entonces es como que es-
tamos tomándonos el tiempo justo, relajado,
para seguir laburando y disfrutando un poco
del repertorio que estamos haciendo, pero a
la vez también estamos escribiendo. Nuestro
objetivo por supuesto es tener nuestro propio
espectáculo, pero que sea hecho y derecho.
O sea, que no falte nada pero respetando
siempre el estilo de lo que queremos hacer.
Ya te digo, el salpicón, algo que resista en
el tiempo. Imagínate que vos escribís algo
recurrente, te tiro por ejemplo, de Macri, el
aborto seguro legal y gratuito, feminismo, la
e si, la e no. No queremos caer en esa. No
queremos hacer solo eso, queremos hacer un
montón de otros temas. Tenemos un mon-
tón de cosas para hablar. La cotidiana, el que
duerme en la calle, el que no llega a fin de
mes. Porque nosotros somos de una clase la-
burante, constructores, obreros, fleteros, uno
que puede a llegar a tener un laburo como
más de escritorio, pero como grupo somos
de una clase media laburante, si se puede ha-
blar de eso. Desde esa experiencia queremos
contar en la murga.
URU- ¿Y la picaresca, los chistes, es-
tán? Los diálogos subidos de tono, la
Gran Muñeca, todo lo que nos hacía reír,
¿está? O tal vez ahora es mucho más
inconveniente y más complicado hacer
reír.
OQ- Mira en el grupo de whatsap, tenemos
material para rato. Pero no es apta para todo
público.
AB- Hay varias murgas hablando de lo mis-
mo. Pero nosotros al ser más grande tene-
mos otra visión de las cosas. Entonces es una
alternativa más. Porque no es la misma visión
que tienen ellos dos que son gurises, que la
que tenemos nosotros. El desparpajo con el
que ellos hablan, lo que cuestionan ellos des-
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de su visión, no es la misma que podemos
tener nosotros.
OQ- Y no es desde la soberbia, sino que es-
tamos parados desde otro lugar que si que-
remos hablar y que si queremos decir. Volver
a la cotidiana y vuelvo al ejemplo que te de-
cía antes, “la gente durmiendo en la calle”.
Mientras uno ruega que llueva para quedarse
viendo una película en la tele, otros se las ven
negras si llueve. Ahí queremos apostar...
URU- Son tiempos difíciles, pero veo
que hay un resurgir de la murga uru-
guaya en Buenos Aires. Porque en algún
momento se habían quedado. Pero aho-
ra hay como una explosión por todas
partes y también en muchas ciudades
grandes y pequeñas de las provincias.
AB- Lo que pasa es que la necesidad te hace
salir a la palestra. Pero ahí depende de no-
sotros como artistas, ponele, si nos jugamos
con lo que vamos a decir o decimos lo que
quieren escuchar. Si vamos a la tibia. Noso-
tros no estamos en esa.
OQ- Buscamos básicamente eso: subir, cantar
y que algo te quede. No hacer un poquito de
ruido y que todo se quede. Porque estamos
viendo que todo se está yendo al carajo, y es-
tamos muy quietos, adormecidos. Entonces
la “Quese Quieto” pretende salir a sacudir.
URU- Por mi parte, les deseo muchos
éxitos.
OQ- Cuenten con nosotros para lo que sea.
Estamos ahí, al servicio.
GRUPO “MEDIO MUNDO”
VOLVIO DESPUES DE 12 AÑOS
Transitaban los años 90 cuando a Omar Pla,
inquieto músico y con el candombe en el alma,
tuvo la oportuna idea de crear una agrupación
candombera, especialmente, para satisfacer
las demandas de muchos uruguayos que re-
sidíamos en Buenos Aires. Fue así que nació
el Grupo Medio Mundo, nombre que procuró
rendir homenaje al demolido conventillo mon-
tevideano. El grupo, formado con músicos uru-
guayos y argentinos, proyectaba no solo hacer
presentaciones musicales, sino también, mos-
trar la esencia del carnaval negro de Monte-
video. Por eso, además de los tres tambores
básicos para el candombe, dos cantantes, bajo
y teclado, presenta con el cuerpo de baile los
personajes tradicionales que se pueden ver en
las “llamadas” uruguayas: “Mama Vieja, Grami-
llero, etc.
Desde sus inicios, “Medio Mundo”, siempre es-
tuvo abocado a difundir, transmitir y reivindi-
car en todo el continente el ritmo del candom-
be y con esta premisa recorrió los escenarios
más importantes de Argentina y Uruguay, con-
tando siempre con la aceptación del numeroso
público que los seguía con mucha fidelidad.
El sábado 13 de octubre, después de 12
años de estar alejados de los escenarios, Me-
dio Mundo volvió, con grandes ilusiones y un
grupo renovado concitando nutridas expec-
tativas. La vuelta del grupo había concerta-
do cierta incertidumbre, ya que había pasado
mucho tiempo de ostracismo y reinaba la des-
confianza de cómo los iba a recibir el públi-
co.
La presentación fue en el Teatro-Bar “El Ba-
ruyo” en la zona de Boedo, donde la capacidad
del teatro fue desbordada, quedando mucha
gente sin poder acceder al espectáculo.
La expectativa era muy grande y el entusias-
mo de la concurrencia crecía minuto a minuto.
Finalmente Omar Pla subió al escenario para
presentar a su grupo y dar comienzo a su nue-
va etapa. El grupo se plantó en el escenario
y con mucha categoría y gran profesionalismo
se fue ganando al publico que tema a tema los
ovacionó de principio a fin. Muy bueno también
el cuerpo de baile y las figuras características
de las llamadas.
El espectáculo tuvo pros y contras, estas últi-
mas fueron el poco espacio del escenario, que
con los músicos ya lo completaban. Los baila-
rines debieron lucir sus destrezas solo indivi-
dualmente o a lo sumo, una pareja. El cuerpo
de baile casi completo lo hizo pocas veces y
abajo del tablado, aunque también el lugar era
pequeño conspirando con el lucimiento de los
artistas.
Aún así la reaparición del Grupo Medio Mun-
do, colmó las expectativas, lo que motiva a
creer que tendrá nuevamente un largo cami-
no por delante. El Candombe y las tradiciones
uruguayas tienen aseguradas su permanencia
en la ciudad de Buenos Aires.
Aníbal Benítez
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