y luego lo volvió a perder con un francés,
ese fue mi campeón del mundo. Después
acompañé desde el rincón, al Roña Castro, a
Coggi, a Juan Carlos Salazar… los acompañé
y los ayudé a entrenar. Cuando dejó de ser
campeón el Roña pasó conmigo y estuvimos
trabajando 2 años y medio casi 3 en el cual
ganamos una eliminatoria por un título del
mundo aquí, boxeando contra un norteamericano, y fuimos a pelear el Titulo del Mundo
a Phoenix, Arizona contra un ruso que se llamaba Jirov, perdimos por puntos, pero esa ya
no era la categoría de Castro, era 14kg más
arriba la categoría. He dirigido a Pablo Chacón en una pelea que a su técnico no le dieron la visa y los uruguayos podíamos entrar
hasta ese momento sin visa y entonces viaje
yo y lo dirigí a Chacón, que perdió contra M.
Chondo que después le ganó la Hiena Barrios.
Y bueno y después me he dado el gusto de
ayudar desde el rincón a otros campeones,
mismo antes de ser campeón Maravilla Martínez antes de irse a España, él estaba con mi
compadre que era su técnico y he colaborado
con ellos también.
- En Uruguay fuiste convocado…
Sí, me convocaron para dirigir a un muchacho de El Cerro, al Ratón Herrera. Primero lo
trajeron para acá, que llegó a estar 2do en el
Ranking Mundial y después fui para allá a dirigir a Cris Namuss, estuve cerca de 7 meses
yendo y viniendo quedándome 15-20 días entrenándola a ella, y bueno dando una mano
también con otros chicos tanto profesionales
como amateurs, pero en realidad fui convocado para dirigirla a ella.
-Tenes ganados también Campeonatos
Sudamericanos…
Si, si… en Sudamericanos debo haber tenido
al menos 15 campeones. Ahora hace 4 años
que no dirijo profesionales, porque el puesto
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mío en la Selección Argentina no me permite dirigir profesionales; el AIBA (Asociación
Internacional de Boxeo Amateur) es un organismo que crea todas las competencias a
nivel amateur en el mundo, yo soy un Coach
3 estrellas y no nos permiten dirigir a profesionales.
-Qué opinas del boxeo femenino?
Era algo que no me gustaba. No me gustaba ver a la mujer boxeando. Pero luego vi a
varias chicas tan bien predispuestas que empecé a entrenar a algunas. Por ejemplo, tuve
una peruana que luego la mandé a Perú porque acá en ese momento ya había 16 campeonas… para poderla hacer pelear… Y esas
campeonas, cada intendente de su pueblo o
de sus barrios, para hacerlas pelear apoyan,
ponen una plata. En cambio ella no tenía ningún apoyo y entonces teníamos que ir “de
punto” a todos lados. Ella no quería ni que
dijeran que era peruana porque en vez de
ser un orgullo, era unos puntos en contra.
Sin embargo, así y todo, fuimos a Neuquén
pensaron que allí nos iban a ganar y salió
Campeona Sudamericana, entonces la mandé para Perú y ahora es Campeona del Mundo, ya lleva la 5ta defensa y me enteré que
el mes que viene pelea en Dublín, Irlanda. Y
bueno ella fue la chica que me entusiasmo
en el boxeo femenino porque siendo muy femenina, aprendía más rápido lo que a mí me
costaba enseñarle a los muchachos. Porque
yo le decía: salsa, salsa, salsa bailando salsa
y ella se movía con gracia, bajaba las manos,
hacia veinte mil piruetas. Ahora a llá en Perú
la hicieron más boxeadora, más peleadora,
pero acá boxeaba de otra manera tenía su
estilo. Era muy buena. Entonces eso me entusiasmo y empecé a trabajar con las chicas.
Luego, tuve que dirigirlas en varios torneos.
Debuté dirigiendo la Selección Argentina en
un Campeonato Continental, en Puerto La