- Si se salvó de milagro de no seguir la
misma suerte que ellos dos.
- Si es así…Yo en ese momento decidí que
tenía que dedicar mis esfuerzos a este País
que nos había recibido tan bien… y me dediqué a militar acá.
- Contame eso. ¿Dónde militabas acá?
- Yo había trabajado en Bridas un par de
años y después en un banco en la época
de los 80 cuando se fusionaban las cooperativas convirtiéndose en bancos, yo trabajé
en el Banco Casa que estaba en el Once,
que luego se convirtió en el Banco Mayo.
Ahí en plena dictadura hicimos paro y nos
echaron por supuesto, por lo menos no nos
desaparecieron!!!
- Militabas gremialmente?
- Si, como Comisión Interna, no en la bancaria que estaba clandestina en ese momento.
Y ahí se armaba flor de lío porque salíamos
en Crónica. Bueno en ese momento nos
echaron a una cantidad, aunque resistimos
he hicimos juicio todos juntos, algunos de
los que quedaron después llegaron a ser
delegados de la Bancaria.
Luego también milité partidariamente aquí
en el Movimiento al Socialismo de Luis Zamora y Silvia Díaz, una muy hermosa experiencia.
En los ochenta, ya con la democracia trabajé en el Hospital Italiano. Ahí formamos
la lista naranja y pudimos sacar a West
Ocampo. Eso fue memorable. Nos quemaron las urnas, hubo que hacer otra elección
más. Eso fue un hecho importante en la sanidad. La lista naranja era una lista donde
confluían muchos, radicales, peronistas, de
todo, y estuvo dos períodos en el sindicato.
Con la hiperinflación de Alfonsín, me fui a vivir un par de años a Córdoba y cuando volví
mi casa quedaba muy cerquita de lo que era
la Casa Cultural del Uruguay en Scalabrini Ortiz. Un día una compañera chilena me
dice “che mirá está la Casa de los Uruguayos, vos nunca fuiste, acercate, ya que a veces vienen compañeros de Uruguay. En ese
momento recuerdo haber ido a escuchar a
Zabalza, a algunas murgas… y me fui quedando.
- ¿Cuando comenzaste a trabajar en los
derechos humanos?
- Bueno me acerqué a la Casa Cultural de
Scalabrini Ortiz y fue justo el momento que
mandaron a Lupinacci como Embajador,
que fue el responsable de la desaparición
de Elena Quinteros de la Embajada de Venezuela. Entonces se formó la Comisión de
DD.HH, y se empezó a organizar un escrache en la Embajada. Contamos con las organizaciones de acá, había mucho entusiasmo. Ahí fueron todos, de todos los sectores
políticos. Bueno logramos que lo remuevan
de su puesto. Se tuvo que ir!!!
Él y Juan Carlos Blancos no solo fueron los
que estuvieron detrás de la desaparición de
Elena Quinteros sino que también a ayudaron a desaparecer gente aquí porque a la
embajada en la Argentina le consultaban
que hacían con los compatriotas que detenían en todos lados durante la dictadura.
Después de ese escrache la Comisión siguió funcionado. Hicimos muy buenas relaciones con los organismos de acá. Y una
cosa buena que hicimos fue devolución de
favores , porque había una mala costumbre
en los uruguayos que era ir a mangar de
todo, el sonido para un acto y un montón de
cosas mas a los partidos y a los organismos
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