El Uru Revista Nº 36 | Page 13

- Si se salvó de milagro de no seguir la misma suerte que ellos dos. - Si es así…Yo en ese momento decidí que tenía que dedicar mis esfuerzos a este País que nos había recibido tan bien… y me dediqué a militar acá. - Contame eso. ¿Dónde militabas acá? - Yo había trabajado en Bridas un par de años y después en un banco en la época de los 80 cuando se fusionaban las cooperativas convirtiéndose en bancos, yo trabajé en el Banco Casa que estaba en el Once, que luego se convirtió en el Banco Mayo. Ahí en plena dictadura hicimos paro y nos echaron por supuesto, por lo menos no nos desaparecieron!!! - Militabas gremialmente? - Si, como Comisión Interna, no en la bancaria que estaba clandestina en ese momento. Y ahí se armaba flor de lío porque salíamos en Crónica. Bueno en ese momento nos echaron a una cantidad, aunque resistimos he hicimos juicio todos juntos, algunos de los que quedaron después llegaron a ser delegados de la Bancaria. Luego también milité partidariamente aquí en el Movimiento al Socialismo de Luis Zamora y Silvia Díaz, una muy hermosa experiencia. En los ochenta, ya con la democracia trabajé en el Hospital Italiano. Ahí formamos la lista naranja y pudimos sacar a West Ocampo. Eso fue memorable. Nos quemaron las urnas, hubo que hacer otra elección más. Eso fue un hecho importante en la sanidad. La lista naranja era una lista donde confluían muchos, radicales, peronistas, de todo, y estuvo dos períodos en el sindicato. Con la hiperinflación de Alfonsín, me fui a vivir un par de años a Córdoba y cuando volví mi casa quedaba muy cerquita de lo que era la Casa Cultural del Uruguay en Scalabrini Ortiz. Un día una compañera chilena me dice “che mirá está la Casa de los Uruguayos, vos nunca fuiste, acercate, ya que a veces vienen compañeros de Uruguay. En ese momento recuerdo haber ido a escuchar a Zabalza, a algunas murgas… y me fui quedando. - ¿Cuando comenzaste a trabajar en los derechos humanos? - Bueno me acerqué a la Casa Cultural de Scalabrini Ortiz y fue justo el momento que mandaron a Lupinacci como Embajador, que fue el responsable de la desaparición de Elena Quinteros de la Embajada de Venezuela. Entonces se formó la Comisión de DD.HH, y se empezó a organizar un escrache en la Embajada. Contamos con las organizaciones de acá, había mucho entusiasmo. Ahí fueron todos, de todos los sectores políticos. Bueno logramos que lo remuevan de su puesto. Se tuvo que ir!!! Él y Juan Carlos Blancos no solo fueron los que estuvieron detrás de la desaparición de Elena Quinteros sino que también a ayudaron a desaparecer gente aquí porque a la embajada en la Argentina le consultaban que hacían con los compatriotas que detenían en todos lados durante la dictadura. Después de ese escrache la Comisión siguió funcionado. Hicimos muy buenas relaciones con los organismos de acá. Y una cosa buena que hicimos fue devolución de favores , porque había una mala costumbre en los uruguayos que era ir a mangar de todo, el sonido para un acto y un montón de cosas mas a los partidos y a los organismos Pag 13